Este martes 7 de febrero se oficializará la candidatura conjunta de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay como sedes del Mundial 2030 durante una rueda de prensa en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en Ezeiza.
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En el acto participarán el presidente de la AFA, Claudio Tapia; el titular de la Copa Conmebol Libertadores, Alejandro Domínguez; el Ministro de Turismo y Deportes de Argentina, Matías Lammens; junto a autoridades de la Asociación Paraguaya de Fútbol, la Asociación Uruguaya de Fútbol y de la Federación de Fútbol de Chile.
Domínguez argumentará la candidatura suramericana, sobre la base de lo que expresó en diciembre en Doha en el Mundial de Qatar 2022 donde la selección Argentina resultó ganadora.
«El Mundial 2030 no es uno más, amerita un festejo con reconocimiento por los 100 años», manifestó el dirigente paraguayo, quien consideró que debe jugarse en «Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile», países que ya confirmaron formalmente su candidatura desde el 2020.
Cien años de fútbol suramericano
El Presidente de la Conmebol reiteró que la dirigencia del fútbol mundial pueda tener «un gesto de grandeza» para asignar la sede al lugar de origen de la Copa del Mundo, por encima de otros intereses.
«Debemos reconocer que lo que hoy es el Mundial empezó en Suramérica en 1930», dijo Domínguez a Télam en Doha durante la reciente Copa del Mundo.
La definición de la sede del Mundial 2030 se producirá en el marco del 74° Congreso de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) a celebrarse en 2024, dos años antes de la 23º edición de la competencia en Estados Unidos-México-Canadá.
La idea de una candidatura conjunta para el Mundial 2030 surgió inicialmente por parte de Argentina y Uruguay, países finalistas de la primera Copa de la FIFA celebrada en 1930 en Montevideo.
Los países suramericanos deberán competir por la sede del Mundial 2030 con España y Portugal, que recientemente también manifestaron la intención de sumar a Ucrania a su candidatura, además de una tercera alternativa, todavía sin confirmación oficial según medios argentinos, podría configurarse entre Grecia, Egipto y Arabia Saudita.
