La actriz Gina Lollobrigida, conocida por sus papeles en ‘El Jorobado de Notre Dame’ o ‘Espadas cruzadas’, falleció este 16 de enero a la edad de 95 años.
La actriz falleció en un hospital de Roma, donde había estado hospitalizada en las últimas semanas, informó su agente.
Durante la década de los 50 y 60 se consolidó como la intérprete más polifacética de su país, era descrita por medios de comunicación como “la mujer más bella del mundo”, por su esbelta figura y rostro hermoso.
A lo largo de su carrera, Lollobrigida se alzó con varios galardones entre los que destaca un Globo de Oro, además fue merecedora de una estrella en el Paseo de la fama de Hollywood.
En sus inicios, participó en diversos concursos de belleza, logrando en 1947 la tercera posición en el concurso de Miss Italia, que le sirvió de trampolín para incursionar en la actuación.
En esos primeros años, participó en varias películas italianas con directores como Luigi Zampa, Alberto Lattuada o Luigi Comencini. Precisamente con este último rodó ‘Pan, amor y fantasía’, por el cual fue nominada al premio BAFTA.
Fue alternando trabajos entre Hollywood e Italia. Precisamente, el periodo comprendido entre mediados de la década de 1950 y principios de los 70 fue considerada la etapa de esplendor de la actriz en el cine, con títulos como ‘Trapecio ‘(1956) con Burt Lancaster y Tony Curtis; ‘Salomón y la reina de Saba’ (1959), ‘Desnuda frente al mundo’ (1961), ‘Venus imperial’ (1962), ‘La mujer de paja’ (1964), ‘Habitación para dos’ (1965), ‘Hotel Paradiso’ o ‘Cervantes’, ambas de 1966; o ‘Buona Sera’ (1968).
Sus últimos años de vida los vivió en medio de una disputa entre su hijo y un joven amigo que tenía, que eligió como albacea de todos sus bienes y fortuna de aproximadamente 40 millones de euros.
Andrea Piazzola, de 34 años, se mudó a casa de la actriz con su pareja y su hija, lo que tenia enfurecidos a la familia de la italiana.
El hijo y el nieto de la consagrada actriz pidieron la cesión de los derechos para administrar su propiedad, pero los jueces dictaminaron que Gina Lollobrigida, cuando cumplía sus 93 años, estaba segura y en plena capacidad de tomar decisiones independientes. Más tarde el caso alcanzó a la Corte Suprema, donde los jueces dictaminaron que no podía administrar su dinero.
