La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) afirmaron que 56,5 millones de personas padecen de hambre en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el reporte de estas organizaciones, denominado “Hacia una seguridad alimentaria y nutricional sostenible en América Latina y el Caribe en respuesta a la crisis alimentaria mundial”, entre 2019 y 2021, la cantidad de personas que sufren de hambre aumentó 30% en esta región, producto del encarecimiento de los productos básicos y el aumento de la pobreza extrema.
“El incremento de la inflación de alimentos y la pobreza extrema son unos de los factores que elevan la inseguridad alimentaria y el hambre”, reseña el informe, al tiempo que agrega que el alza de los precios golpea a los sectores más pobres y de menos ingresos de la región, además de aumentar el riesgo de problemas de acceso a una dieta saludable.
Incidencia de conflicto ucraniano
Según el estudio, esta región está expuesta a dificultades de producción y comercialización, además de verse afectada por la Operación Militar en Ucrania, pues 26 de estos países son altamente dependientes de las importaciones de trigo, mientras que 13 tienen dependencia de las importaciones de maíz.
En ese sentido, José Manuel Salazar, secretario ejecutivo de la Cepal, indicó que, a pesar de contar con un importante superávit comercial agropecuario, América Latina y el Caribe está expuesta a los problemas de producción, comercialización y alza de los precios derivados de la situación en Ucrania.
Otro de los factores a los que el informe atribuye este aumento tiene que ver con la alta dependencia de la importación de fertilizantes y la variación de los precios de los alimentos; sin dejar a un lado “la crisis internacional de los últimos 15 años”, la pandemia la COVID-19 y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
En el 2021, la inseguridad alimentaria afectó a 40.6% de la población de esta región. La investigación estima que para culminar el año 2022 la crisis alimentaria pueda alcanzar a 81.8 millones de personas.
