Las fuerzas militares de Ucrania realizan barridos en los condominios de civiles en búsqueda de supuestos colaboradores de los oficiales rusos, con un proceder muy parecido al de la Gestapo de la Alemania nazi contra los judíos y todas las personalidades que disentían del régimen de Adolf Hitler.
El medio estadounidense AP, enroló a un presunto periodista de la agencia en una de las operaciones de búsqueda del Ejército ucraniano y publicó un video en la que se deja ver la hostilidad y maltrato que ofrecen a su mismo pueblo los uniformados.
El video fue publicado el viernes, y especifica que casi 400 personas en la región de Járkov han sido detenidas “en aplicación de las leyes contra la colaboración”, que fueron promulgadas por el Parlamento de Ucrania y firmadas por el presidente Volodímir Zelenski poco después del inicio de la operación especial de Rusia.
Al respecto, el periodista Dan Cohen aseguró que el material audiovisual de AP “es una pieza de propaganda obvia diseñada para normalizar la disidencia aplastante. Imagina cómo actúan cuando las cámaras no están encendidas”.
AP accompanies Zelensky's SBU thugs as they kidnap Ukrainians who speak out against the regime. This is an obvious propaganda piece designed to normalize crushing dissent. Imagine how they act when cameras aren't on. https://t.co/8YjRbQXDqT pic.twitter.com/o55SwvhvIH
— Dan Cohen (@dancohen3000) April 30, 2022
Desde principios de abril, el ministro del Interior ucraniano, Antón Gueráschenko, instó a las fuerzas militares del país a encontrar y detener a las personas que cooperen con las tropas rusas.
“Esos sinvergüenzas que filtraron información sobre los jefes de organismos gubernamentales, voluntarios, participantes en la Operación Antiterrorista [guerra en el Donbás]. Traidores entre los locales, por los que murieron tanto civiles como militares. ¡Para responsabilizar a estas personas, notifique sus datos!”, profirió el funcionario del Interior.
El pasado 24 de febrero el líder ruso, Vladímir Putin, inició una operación especial militar para proteger a la población rusoparlante de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en el Donbás, quienes eran masacrados desde el 2014 por militantes de grupos de corte neonazi.