En un escenario trágico se convirtió el pasado viernes 24 de junio, la frontera de Melilla en España, luego de la muerte de más de 30 migrantes subsaharianos, en su intento de cruzar este límite fronterizo.
En declaraciones difundidas por redes sociales, un migrante sudanés sobreviviente de la tragedia, relató que fue la misma policía marroquí quien los invitó a saltar la valla.
“Ellos fueron quienes nos dijeron que teníamos que ir al lugar de la asociación para después cruzar. Nos decían que nos dejarían pasar de cualquier modo. Ellos nos llevaron allí y nos invitaron a intentarlo”, narró el sobreviviente sudanés.
Asimismo, aseguró que la mayoría de los migrantes eran provenientes de Sudán y Etiopía y que tenían documentos de refugiados. Esta situación, aumentó las sospechas de que Marruecos utiliza a estas personas como alternativa para presionar políticamente a España.
Fiscalía investigará lo sucedido en Melilla
Tras una orden emitida por la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, se abrirá un proceso de investigación sobre lo sucedido en la frontera de Melilla, para esclarecer y determinar las causas de esta tragedia, fundamentándose en la «trascendencia y gravedad de los hechos acaecidos», que pudieran afectar a los derechos humanos y los derechos fundamentales de las personas.
Por su parte, el comité de Naciones Unidas para la Protección de los Trabajadores Migrantes y sus Familias, exhortó este martes a los gobiernos de España y Marruecos a iniciar las investigaciones exhaustivas, independientes y transparentes, al tiempo que condenó los acontecimientos registrados en la zona, por lo que hizo énfasis en la importancia de “aclarar si las víctimas fallecieron al caer de la valla, en una estampida o como resultados de acciones cometidas por guardias fronterizos”.
Además, instó a ambas naciones a garantizar rutas “seguras” que garanticen una migración organizada donde se respete el derecho a solicitar asilo, sin ser sujetos a ningún trato cruel, inhumano y degradante.
«Los Estados deben garantizar que todas las políticas y prácticas fronterizas respeten los Derechos Humanos y garanticen el derecho a la vida, la dignidad, la seguridad y la integridad física de los migrantes en todas las circunstancias», manifestó el comité.
Esta era la primera entrada masiva de migrantes que se produce en la ciudad de Melilla durante la nueva etapa de las relaciones entre España y Marruecos, retomadas tras el cambio de posición del presidente Pedro Sánchez, en su política exterior sobre el Sáhara Occidental.
