Bulgaria, Rumanía y Croacia esperan luz verde por parte de la Unión Europea (UE) para abrir por completo sus fronteras y participar en la zona de viajes sin pasaporte del bloque comunitario.
Sin embargo, la decisión aún no ha sido tomada, pues no cuenta con la unanimidad de los votos y se pospuso para reunión de ministros de Interior en Bruselas.
Las tres naciones cumplen parte de las normas de gobernanza del espacio Schengen, área de Europa formada por 26 países que acordaron la abolición de controles en sus fronteras interiores para permitir la libre circulación sin restricciones de personas, bienes, servicios y capital; no obstante, aún los controles fronterizos no se han levantado por preocupaciones de los países socios sobre el alcance del crimen organizado, la inmigración irregular y otros problemas de seguridad.
«La rama ejecutiva de la UE, la Comisión Europea, exigirá que los tres países cumplan los criterios técnicos para sumarse y el Parlamento Europeo también ha votado a favor de su ingreso», reseñó AP.
La directiva del bloque está convencida de la ventaja de concretar la apertura fronteriza con los nuevos miembros; sin embargo, todavía no es una decisión tomada.
“Somos más fuertes, no más débiles, a través de la ampliación de Schengen”, dijo el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas.
Mientras los ministros del Interior de la UE aseguraron que “ampliar Schengen supone más y mejores controles, no menos”.
En el caso de la solicitud de Croacia no ha recibido ninguna oposición importante de sus socios. «Pero Austria parecía casi decidida a vetar las peticiones de Bulgaria y Rumanía, debido a la inmigración, mientras aumenta el número de personas que cruzan sus fronteras sin autorización a través de los Balcanes».
Las autoridades austriacas señalan que si se suspenden las fronteras internas, Bulgaria y Rumanía se convierten en vías de acceso para solicitantes de asilo, por lo que parlamentarios conservadores del Partido Demócrata de Suecia se han opuesto a la entrada de los tres países por motivos similares.
Otro factor en contra constituye Hungría, que parece estar dispuesta a rechazar su entrada, como ha hecho en varios asuntos comunitarios que requerían votaciones unánimes en los últimos meses, «principalmente por las objeciones de su gobierno conservador a que se le retengan fondos europeos de recuperación de pandemia por reparos sobre corrupción».
