Los enfrentamientos armados entre el ejército y las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), en Sudán, elevaron a 822 la cifra de víctimas mortales, mientras que el número de heridos alcanza unos 3.200, según el sindicato de los médicos sudaneses.
Durante la jornada de este martes continuaban los fuertes combates en varias zonas de esta Jartum, capital del país, donde se escuchaban bombardeos y disparos de diferentes tipos de armas.
A un mes de iniciada la guerra es casi imposible dar una cifra certera de los daños a los civiles. El pasado lunes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó que los muertos eran más de 600.
El viernes, representantes de las Fuerzas Armadas Sudanesas y de las RSF firmaron un acuerdo, el primero desde el inicio de su conflicto, para minimizar los daños a los civiles, aunque los enfrentamientos se reanudaron en Jartum y las localidades vecinas Um Durman y Jartum Norte, dijeron testigos presenciales, quienes denunciaron que estos combates han sido los más violentos comparados con las últimas dos semanas.
Los testigos señalaron que los aviones cazas del Ejército bombardearon posiciones de los paramilitares en el sur y el oeste de esta ciudad, mientras que las RSF controlan las instituciones vitales, como el aeropuerto, la universidad y el palacio republicano, y expulsaron a civiles de algunas viviendas para ocupar posiciones de fuerza, reseñaron medios locales.
Pese al acuerdo establecido, ambas partes continúan violando la tregua acordada en la ciudad saudita de Jeddah, con mediación internacional, donde se estableció un alto el fuego y la creación de corredores humanitarios para evacuar civiles, así como la protección de instituciones hospitalarias.
Asalto a Embajada
En medio de los combates, el Gobierno de Jordania denunció un asalto contra su Embajada en Jartum, sin que por el momento esté claro quién ha sido responsable del ataque.
En un comunicado publicado en Twitter, el Ministerio de Exteriores jordano señaló que personas no identificadas irrumpieron por la fuerza en el edificio y cometieron actos de vandalismo en su interior.
Las unidades de los paramilitares “manipularon documentos, dañaron muebles y robaron objetos de valor” como ordenadores y vehículos diplomáticos. Jordania calificó estos actos de “comportamiento criminal y bárbaro”.
Condenó esas acciones e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para considerar a las FAR “una organización terrorista”, así como para llevar a sus líderes ante los tribunales internacionales.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST) al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.