Aproximadamente 89 personas han sido asesinadas, mientras que otras 16 se encuentran desaparecidas, a causa de la guerra que sostienen las bandas armadas G-9 y G-PEP en el barrio Cité-Soleil en Puerto Príncipe, Haití.
Los datos ofrecidos por la Organización Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), revelan que 21 de las víctimas mortales fueron quemadas vivas.
La organización criticó que la Policía Nacional haitiana no se involucre en los enfrentamientos, manteniendo un completo silencio ante el conflicto.
El ataque inició el pasado 7 de julio, a manos de la banda G-9 y Fanmi e Alye, cuyo objetivo es desalojar al líder del grupo armado G-PEP, Gabriel Jean Pierre, alias «Ti Gabriel» o «Gabo».
Durante el ataque, 127 viviendas fueron destruidas, algunas con maquinaria pesada y otras incendiadas. Posterior a ese primer ataque, 47 personas fueron asesinadas, de las cuales 16 pertenecían a la banda G-PEP.
La RNDDH aseguró y repudió que el actual Gobierno interino encabezado por Ariel Henry, tras el magnicidio de Jovenel Moïse, utiliza bandas armadas y le suministre insumos, para mantener un clima de terror en el país y perpetrar los ataques.
«Para llevar a cabo esta nueva guerra, el Centro Nacional de Equipamiento (CNE), una institución estatal, proporcionó al G-9 y a Fanmi e Alye, maquinaria pesada para destruir casas y construir un pasadizo hasta el reducto de Jean Pierre», afirmó la organización.
Escasez de combustible empeora la situación
Haití enfrenta una grave escasez de combustible desde hace tres años, cuyo precio aumenta cada día más y el mercado informal ha hecho de esto un gran negocio.
Un galón de gasolina la venden por más de 12,8 dólares, lo que representa más del doble del precio establecido en las estaciones de servicio, las cuales se mantienen cerradas desde hace semanas.
Esto ha generado grandes colas a las afueras de las estaciones de servicio, sin embargo, ante la imposibilidad de poder surtir sus vehículos, salieron a las calles y bloquearon carreteras en el centro de Puerto Príncipe.
«Les decimos a toda la gente que deje su auto en casa a partir de mañana. Cualquier motocicleta no podrá salir ya que bloquearemos todas las carreteras. Solo podrán circular ambulancias, medios de comunicarme y Cruz Roja. Necesitamos hacer una revolución porque el país no puede seguir con esta crisis», expresaron los manifestantes.
Ante esto, dos barcos cargados de combustible no pudieron descargar en el puerto, debido a la situación de violencia de las bandas armadas, que impide que los camiones que se encargan de la distribución se acerquen a la terminal por razones de seguridad.
Crisis humanitaria
El representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Haití, Jean-Martin Bauer, advirtió sobre el agravamiento de la crisis humanitaria en la nación caribeña, producto de la violencia entre bandas y la agitación política, lo que ha causado que unos 4.5 millones de haitianos pasen hambre.
Bauer precisó que muchas personas abandonan el país desesperadamente debido a la inseguridad, así como por la crisis económica y alimentaria.
Denunció que las bandan tienen el control de las principales carreteras y bloquean el acceso a los mercados, los servicios básicos y la ayuda humanitaria, de la cual se favorecen más de 3.8 millones de haitianos.
