Decenas de manifestantes iraquíes irrumpieron este miércoles en el edifico del Parlamento, en rechazo a la designación del Primer Ministro, Mohamed al-Shiya al-Sudani, del Marco de Coordinación.
Los manifestantes, quienes son seguidores del movimiento sadrista, liderado por el clérigo chií Muqtada al Sadr, ingresaron por la llamada Zona Verde, la cual es un área custodiada que alberga los principales edificios de Gobierno, así como las embajadas extranjeras.
Diversas imágenes fueron transmitidas por una televisora local, las cuales muestran a decenas de simpatizantes en el interior de la Cámara Baja, sentados en los asientos del hemiciclo y tomándose fotos encima de las mesas, todo esto ante la pasividad de las fuerzas de seguridad dentro del edificio.
Al respecto, el Primer Ministro iraquí, Mustafa Al-Kasemi, en su calidad de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, instó a los manifestantes a retirarse de manera inmediata de la Zona Verde, y adherirse a la paz.
«El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas llama a sus hijos a respetar su paz y preservar las propiedades públicas y privadas, cumplir las instrucciones de las fuerzas de seguridad encargadas de protegerlos de conformidad con los reglamentos y leyes, y de retirarse de la Zona Verde”, expresó Al-Kasemi.
Por su parte, fuentes cercanas al clérigo chií, señalaron que éste calificó las protestas como “un maravilloso mensaje popular reformista espontáneo” e indicó a los manifestantes que respetaría la decisión si querían retirarse.
Tensión política
El pasado 12 de junio, el bloque del movimiento Sadrista en el parlamento de Irak, presentó su renuncia y la consideró como “un sacrificio por el bien de la patria y el pueblo para salvarlos de un destino desconocido”.
La renuncia a los 73 escaños, surgió a raíz del bloqueo impuesto por el Marco de Coordinación para formar un Gobierno y elegir a un presidente.
Ante esto, el pasado lunes la secretaría del Marco de Coordinación anunció la nominación de Al-Shiya Al-Sudani como candidato al cargo de primer ministro, destacando que “el candidato no estará afiliado a un determinado partido, sino que es el candidato de todas las fuerzas del marco».
Desde entonces, algunos diputados y analistas políticos aseguraron que tras la salida de Al Sadr, la situación política en el país sería aún más tensa, ya que éste contaba con un gran apoyo de las masas populares.