Los dos candidatos con mayores opciones de victoria en las presidenciales del próximo 2 de octubre en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, se enfrentan este domingo, 28 de agosto, en el primer debate de la actual campaña electoral.
«Nos vemos en la Band [emisora Rede Bandeirantes] mañana a las 21H00», tuiteó Lula este sábado, junto a una imagen de un calendario digital con el compromiso agendado.
Nos vemos na Band amanhã, 21 horas. pic.twitter.com/TvRUqtLDzv
— Lula 13 (@LulaOficial) August 27, 2022
El ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, confirmó la presencia del presidente Bolsonaro en el debate, que será transmitido por TV Band. El viernes, el actual mandatario dijo que debería «estar» en el debate. «En un momento creí que no debía ir, ahora creo que sí. Voy a ser fusilado, van a dispararme todo el tiempo (…) Pero creo que mi estrategia va a funcionar», afirmó el candidato ultraderechista en una entrevista con la radio Jovem Pan.
El debate, organizado en Sao Paulo por un grupo de medios brasileños, entre ellos la Rede Bandeirantes y el periódico Folha de S. Paulo, es el primero del calendario de campaña.
Lula, abanderado del Partido de los Trabajadores, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, lidera la intención de votos, con 47% contra 32% de Bolsonaro, de acuerdo a una encuesta del Instituto Datafolha publicada el 18 de agosto.
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Campaña en radio y TV
Además de Lula y Bolsonaro, los organizadores del debate convocaron otros cuatro candidatos, entre ellos el exministro de Hacienda Ciro Gomes (PDT, centroizquierda) y la senadora Simone Tebet (MDB, centro), tercero y cuarta en los sondeos.
En 2018, cuando saboreó la victoria electoral, Bolsonaro participó solo en los dos primeros debates presidenciales. Luego no volvió a hacerlo, tras ser apuñalado faltando un mes para la primera vuelta. Lula no participó en debates antes de la primera vuelta cuando buscó la reelección en 2006.
En vísperas del debate, los candidatos Lula y Bolsonaro estrenaron este sábado sus anuncios de campaña por radio y televisión con énfasis en lo económico. El primero criticó la inflación y el avance del hambre, que afecta a más de 33 millones de brasileños, en tanto el segundo atribuyó la inflación a la pandemia, la guerra en Ucrania y la sequía.
