Luego de que un grupo de radicales bolsonaristas irrumpieron este domingo en el Congreso Nacional de Brasil y otras instituciones del gigante suramericano, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva decretó la intervención del Distrito Federal.
En declaraciones a la prensa, el mandatario brasileño prometió investigar «quiénes son los financistas» de las protestas que derivaron en la irrupción a esos edificios: «Todos ellos pagarán con la fuerza de la ley», aseguró.
Más temprano, el ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino calificó las acciones como un «absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza», asegurando que «no prevalecerá».
En las primeras imágenes difundidas en redes sociales se observa en el lugar de los hechos ventanas rotas y humo en algunos puntos.
Luego de invadir el Congreso Nacional, los bolsonaristas violentos ingresaron a la fuerza en el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto, rompiendo vidrios de la entrada, cámaras de seguridad, muebles y despachos.
La situación que vive esta jornada el país sudamericano recuerda los disturbios similares que ocurrieron en Estados Unidos (EE.UU.), cuando seguidores del expresidente Donald Trump asaltaron el Capitolio en Washington en enero de 2021. En aquel entonces, el mandatario saliente aseguró que hubo fraude electoral en su derrota frente a Joe Biden, al igual que Jair Bolsonaro, que sigue sin aceptar explícitamente la victoria de Lula en Brasil.
