El Gobierno de Italia declaró el estado de emergencia para la isla de Ischia, al sur de la península, seriamente afectada por violentos deslaves sobre edificaciones y vías como consecuencia de intensas precipitaciones, con saldo hasta el momento de ocho muertos y cuatro desaparecidos.
Entre los decesos se cuenta un bebé recién nacido, un hombre búlgaro de 28 años, una niña de 6, un niño de 11, un hombre de 32 y dos mujeres de 30 y 31 años.
El último cadáver fue localizado esta mañana en Casamicciola, la más afectada por el desprendimiento ocurrido en la noche del pasado sábado.
Los servicios de rescate continúan en la búsqueda de cuatro personas que siguen desaparecidas, incluidas tres pertenecientes a la misma familia. Asimismo, aumentó el número de desplazados, alrededor de 230 personas, a quienes se les asignó alternativa habitacional, informó el prefecto de Nápoles, Claudio Palomba.
El Consejo de Ministros del país europeo implantó el estado de emergencia en la isla, ubicada en la entrada del Golfo de Nápoles, en función de enfrentar la tragedia humana y destinar recursos para las tareas de rescate y recuperación de la zona devastada.
“Para la ejecución de las primeras intervenciones urgentes, de socorro y asistencia a la población y el restablecimiento de la funcionalidad de los servicios públicos e infraestructuras de la red estratégica, se han destinado 2.000.000 de euros del Fondo Nacional de Emergencias”, expresa el documento, citado por Telesur.
Por el momento, más de 200 especialistas de protección civil y la policía continúan en las labores de rescate en el municipio de Casamicciola, el más afectado, mientras cientos de voluntarios limpian las calles de la localidad hundida en el fango.
Los deslaves de tierra iniciaron en la isla de Ischia en la madrugada del sábado 26 de noviembre, cuando se derrumbaron edificaciones y vehículos fueron arrastrados hasta el mar.
