Las fuerzas de ocupación israelíes detuvieron a 11 palestinos en Cisjordania durante varias redadas nocturnas realizadas en la madrugada de este lunes, aumentando la tensión entre ambos Estados tras los episodios violentos en la Mezquita de Al Aqsa.
Los militares israelíes capturan a los jóvenes palestinos en los territorios ocupados y luego los acusan de presunto “terrorismo”, porque la mayoría se defiende de los abusos lanzando piedras contra los agentes.
Bajo ese supuesto, un comunicado del Ejército asegura que las 11 personas fueron detenidas en Judea y Samaria por ser “sospechosos de terrorismo”. Las incursiones también se realizaron en los asentamientos palestinos de Husan, cerca de Belén, y Yamun, en el área de Yenin.
Violencia continuada
Desde el pasado 22 de marzo cerca de 40 palestinos han sido asesinados por el Ejército israelí en diversas acciones violentas. Esta escalada llegó a un punto máximo de tensión durante el viernes 15 de abril, cuando la represión de la Policía de Jerusalén del este dejó más de 150 personas heridas y 470 detenidos durante la peregrinación en la Mezquita de Al Aqsa, considerada como el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Aunque el sábado transcurrió sin alteraciones, el domingo por la mañana continuó la represión contra los fieles musulmanes que fueron dispersados de la Explanada por la acción de las fuerzas policiales que arrojaron gases lacrimógenos.
Consejo Europeo pide reducir las tensiones
Este lunes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, expresó “todo el apoyo a los esfuerzos con todos los socios para reducir las tensiones y para la desescalada” en los territorios ocupados por Israel en Palestina.
Ante el deterioro de la seguridad en la zona resaltó, en una llamada con el rey Abdalá II de Jordania, “la necesidad de restaurar un horizonte político para un proceso de paz creíble”.
