«Estamos entre los 10 primeros países del mundo en la fabricación de equipos de defensa, al fabricar 2.000 productos”, aseveró el almirante Mehdi Jaye Amiri, subcoordinador del Ministerio de Defensa de Irán, en un discurso ofrecido con motivo del Día de la Industria de Defensa.
Amiri destacó que la nación persa “está entre los pocos países que diseñan y fabrican misiles balísticos con un alcance de hasta 2000 kilómetros, así como todo tipo de aviones tripulados y no tripulados».
El alto mando iraní detalló que, mediante la ingeniería inversa, la industria de defensa iraní ha alcanzado la etapa de diseño, construcción y producción durante los últimos años y ha conseguido grandes logros en materia de barcos navales y militares, con la construcción de destructores como Yamaran y el submarino iraní Fateh.
“Hemos avanzado mucho en la guerra electrónica y cibernética, y también somos líderes en electroóptica en el mundo”, agregó Amiri, enfatizando que Irán está listo para exportar sus logros al tiempo que cumple las necesidades de sus Fuerzas Armadas.
Autosuficiencia defensiva
En los últimos años, los expertos y técnicos militares iraníes han dado pasos gigantes en la fabricación de una amplia gama de equipos de calidad, entre los cuales destacan varias clases de misiles balísticos de corto, mediano y largo alcance.
Pese a su posición privilegiada en materia de defensa, Irán ha reiterado que su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión, por lo que su poderío militar no representa amenaza alguna para los países de la región de Asia Occidental, ni para el resto del mundo.
Enemigos sorprendidos
Entretanto, el ministro de Defensa iraní, general de brigada Mohamad Reza Qarai Ashtiani, afirmó que los enemigos de la República Islámica están «sorprendidos y preocupados» por los desarrollos industriales y de defensa de Irán.
“Hoy, nos hemos convertido en un modelo de resistencia sostenible contra la arrogancia, y hemos cambiado la ecuación de poder a nuestro favor en la región”, resaltó.
Finalmente, Ashtiani recalcó que Irán convirtió el gran desafío de las «sanciones» impuestas en su contra en una oportunidad para cortar la dependencia del extranjero y responder a todas las necesidades de las industrias nacionales.
