Una reciente investigación del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en el estado de California, reveló un aumento del 46% en los crímenes motivados por el odio en Estados Unidos (EE.UU.) desde durante 2021.
Los estadounidenses de origen asiático se encontraban entre los objetivos más frecuentes de estos delitos en medio de la pandemia del coronavirus, ya que los ataques contra ellos se dispararon un 339 por ciento.
Un análisis de los datos mostró que la ciudad de Washington D.C. registró el nivel más alto de delitos de odio por cada 100 000 miembros de la población con 21,6 hechos denunciados, seguida de Los Ángeles con 15,5 y San Francisco con 12,8.
Aunque los afroamericanos eran el grupo objetivo en la mayoría de las ciudades, el nivel de crímenes de odio dirigidos hacia las personas asiáticas se incrementó en un 339%, ya que la gente los culpaba por la pandemia del coronavirus.
Víctimas privadas de justicia
Varias organizaciones a favor de los derechos humanos han denunciado reiteradamente el racismo y el aumento de crímenes de odio hacia las comunidades minoritarias en EE.UU.
Uno de los casos más polémicos y de mayor alcance mediático fue el del afroestadounidense George Floyd, quien murió en Mineápolis (Minesota, EE.UU.) cuando el agente Derek Chauvin fue filmado presionando su rodilla en el cuello de Floyd durante casi nueve minutos mientras el detenido se quejaba de la falta de respiración.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) numerosas víctimas de crímenes de odio en Estados Unidos continúan estando privadas de la justicia.
