Mientras en Reino Unido celebran los 70 años del reinado de Isabel II, Muthoni Mathenge, luchadora por la independencia de Kenia, solicitó una compensación por haber sido torturada por tropas británicas durante el dominio colonial inglés.
Mathenge, quien fue miembro de la Rebelión de Mau Mau que inició en 1952, justo después que Isabel II asumiera el trono, dijo que “ella (La Reina) debe buscar una persona sensata y enviarla aquí”.
El esposo de Muthoni Mathenge luchaba también contra los británicos, se escondió durante un tiempo pero fue atrapado por las tropas.
Cuenta que “informar sobre los luchadores era como firmar su propia orden de muertes” y que cuando llegaron en busca de su esposo negó haberlo visto durante días, a pesar de las torturas no reveló su ubicación.
A través de un video difundido en Twitter, la luchadora muestra sus piernas con cicatrices causadas por cortes con hachas cuando fue detenida junto a muchos kenianos en condiciones inhumanas, mientras otros miles fueron asesinados y trasladados en camiones.
She was tortured with axes during Kenya's struggle for independence from British colonial rule.
As Britain celebrates the Platinum Jubilee of its monarch, this old fighter wants to send her a message: "Let Elizabeth bring what belongs to me." pic.twitter.com/EofKAOqFtW
— DW News (@dwnews) June 2, 2022
La lucha del movimiento Mau Mau
El movimiento Mau Mau surgió en 1947 y algunas historias cuentan que tomó su nombre de la cordillera que bordea el valle del Rift, al este de África.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, en el país africano existía una población de cinco millones de personas y habían alrededor de treinta mil colonos europeos que controlaban las principales fuentes de riqueza.
En 1946 se organizó el movimiento en rechazo al dominio británico y los Mau Mau surgieron como una sociedad secreta y fuerza de combate que reclamaba el final del colonialismo británico y el autogobierno que pedía principalmente la devolución de sus tierras y la igualdad de salarios.
Luego de 60 años de lucha, en el 2012, el pueblo de Kenia ganó la batalla al Gobierno británico cuando Londres reconoció los abusos cometidos en la nación africana entre 1952 y 1960, gracias a la divulgación de unos documentos que se habían mantenido ocultos, refiere National Geographic.