Por: Johan Pérez | @MarxistaJohan

En el momento del secuestro de Alex Saab, y pese a estar asistido por la inmunidad diplomática, justamente durante su parada en la isla de Cabo Verde no había ninguna alerta roja de Interpol que ordenara su detención, apareciendo un día después de ser retenido de forma arbitraria por las “autoridades” caboverdianas con la coordinación del primer ministro Ulisses Correia y sus aliados, quienes tienen dentro del país africano una trayectoria muy escaza en cuanto a moral y ética se refiere.

Posterior a la detención ilegal, la cancillería venezolana invocó el mecanismo de resolución de controversias expresado en el artículo 135 de Interpol, obligando a la entidad a enviar una comunicación el día 25 de junio del año 2020 (13 días después del secuestro de Alex Saab) a la embajada venezolana, destacando que sobre el Enviado Especial ante Irán no reposaba ninguna alerta roja de interpol y que en la base de datos de la agencia no existía tal notificación para la fecha.

Sin embargo, Cabo Verde mantuvo a Alex Saab sometido a torturas reiteradas mientras alardeaba de ser un país referencia que respetaba los principios y valores democráticos, para más tarde darle la espalda a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) y a la Organización de Naciones Unidas (ONU).

De Cabo Verde no se espera nada bueno, después de todo lo que aconteció con Alex Saab y la guerra diplomática que este país perpetro contra Venezuela por mandato estadounidense.

El caso es que hubo una constante y reiterada violación a los derechos del diplomático Alex Saab y pese a que la jueza de la CEDEAO a estas alturas sostenga que Cabo Verde actuó de manera errónea, la tardía aseveración no absuelve al archipiélago de ser uno de los artífices del Lawfare contra el diplomático y el gobierno venezolano.

Reputación de Interpol

Han sido muchos los escándalos a los que ha estado expuesta esta organización que dice ser independiente, pero se ha destacado por obedecer a intereses políticos y económicos.

Para el año 2008 se muestra uno de los escándalos que dañaron la imagen de Interpol, pues el para entonces presidente de la entidad, Jackie Selebi, presentó su renuncia inmediata por ser objeto de investigaciones en las que se le acusaba de haber recibido sobornos para permitir actividades delictivas, utilizando a la organización como escudo protector de quienes le habrían entregado 170.000 dólares para estos mantener sus operaciones ilegales.

En la carta presentada por Selebi, acepta haber sido partícipe en la operación, al destacar que su renuncia obedece a no querer que las alegaciones en su contra arrojen “el descrédito” sobre el organismo policial para más tarde en 2010 ser condenado.

Interpol en Venezuela

A mediados del año 2016 el jefe de Interpol en Venezuela, Alberto Eliecer Torrealba, fue acusado por estar relacionado con el traslado de 349 panelas de cocaína hacia República Dominicana, las cuales fueron incautadas en el Aeropuerto Internacional la Romana dejando varios detenidos entre los cuales se encontraba el jefe de dicha institución.

Cabe destacar que, aunque Interpol quiso deslastrarse de lo ocurrido, era público que Torrealba se había encargado contribuir con el tráfico ilícito de drogas hacia República Dominicana.

Años más tarde, en 2018, ocurre un hecho muy similar al acontecido 10 años atrás, pues el presidente de Interpol y viceministro de seguridad publica chino, Meng Hongwei, presentó su renuncia justo cuando sobre él se comenzaron investigaciones por haber recibido sobornos para permitir actividades delictivas y haberse apropiado de fondos públicos por valor de 14,5 millones de yuanes.

Recientemente, el portal de noticias Rusia Today (RT) publicó un material donde destacaba cómo Interpol después de haber tratado de cuidar su imagen internacionalmente, últimamente ha actuado de manera descarada e irónica. Esto se debe a que el actual presidente de la organización, Ahmed Nasser Al-Raisi, está bajo investigación por cometer torturas y actos inhumanos aprovechándose de su investidura como funcionario de alto rango del Ministerio del Interior de los Emiratos Árabes Unidos.

De acuerdo con la nota, una ONG con sede en el Líbano, presentó en enero una denuncia en contra de Al-Raisi por la tortura al opositor emiratí Ahmed Mansoor, usando los privilegios que le otorgaba su rol de funcionario. Es importante acotar que, para noviembre de 2021, antes de la elección del jefe de la organización, un grupo de eurodiputados advertían los riesgos de escoger a Al-Raisi como presidente de la entidad.

En ese sentido se demuestra como Interpol en varias oportunidades se ha prestado para la persecución y ejecución de detenciones arbitrarias como también para darle aval a actividades delictivas en distintas partes del mundo.

Esta última consideración abre la posibilidad de lo que recientemente ha destacado el periodista Mario Silva a través de Twitter ¿Es Interpol una herramienta de EE.UU. para perseguir objetivos políticos?, ¿Fue Alex Saab uno de los objetivos políticos de EE.UU. que concretó en Cabo Verde?

El solo hecho de evidenciar la fabricación de una alerta roja de Interpol contra el diplomático Alex Saab y su emisión después de la detención arbitraria en Cabo Verde, más el retiro de la misma alerta dentro de su base de datos 12 días después de su emisión, demuestran que es así.

Por lo tanto, y de acuerdo al hilo cronológico presentado, queda demostrado que Interpol no es más que una estructura creada para ponerse al servicio de países como Estados Unidos que aún se aferran al frustrado deseo de acabar con la Revolución Bolivariana.