Poco se ha escrito del papel que jugó la Interpol en el caso de Alex Saab, el Enviado Especial de Venezuela arrestado el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde, debido a una alerta roja solicitada por Estados Unidos (EE.UU.).
Si bien la detención del diplomático venezolano ha atraído cierta atención fuera de Venezuela, específicamente en el contexto de las relaciones entre EE.UU. y Venezuela, muchos no saben que el organismo policial considerado uno de los “más prestigiosos del mundo” maniobró de manera irregular al ejecutar este procedimiento.
“El organismo, de hecho, se ha convertido en una herramienta geopolítica improbable utilizada para socavar de manera más amplia el orden global”, escribió la analista política, Saman Rizwan, en su más reciente artículo titulado: “Los agujeros en la Interpol- caso Alex Saab”.
En dicho escrito, Rizwan explica que en el centro del funcionamiento de Interpol se encuentra un sistema de semáforos de avisos que utilizan las fuerzas del orden de todo el mundo para indicar el nivel de una amenaza o preocupación que plantea un individuo en particular; el más temido de estos es el denominado “aviso rojo”, cuya publicación lleva a las fuerzas policiales de todo el mundo a movilizarse y arrestar a los supuestos fugitivos.
Abuso de EE.UU. en sistema Interpol
La columnista asegura que el caso de Alex Saab es un ejemplo del abuso estadounidense del sistema Interpol, porque el empresario era un diplomático legalmente designado por el gobierno venezolano e Irán, país receptor, al que se disponía a llegar para cumplir una misión humanitaria en el marco de la imposición de sanciones unilaterales estadounidenses a Venezuela, tenía conocimiento de ello y había manifestado su beneplácito.
Es en este contexto de bloqueo ilegal y pandemia, EE.UU. inició su persecución contra el diplomático; las autoridades estadounidenses comenzaron a buscarlo por supuesto lavado de dinero, cuyo delito no ha podido ser comprobado pero la verdad es que Washington lo “quería obtener como peón político para otros fines”, aseveró Rizwan.
Curiosamente, según la ley de los EE. UU., la acusación de Miami emitida contra Saab en 2019 por acusaciones de lavado de dinero no constituye una base suficiente para su arresto en este país norteamericano.
De hecho, el procedimiento requeriría una decisión judicial por separado para validar su detención. La notificación roja, por lo tanto, no solo fue emitida ilegalmente por Interpol a pedido de EE. UU.; sino que también era ilegal porque apoyaba la detención de una persona protegida internacionalmente.
“El desprecio flagrante por los derechos diplomáticos de Saab como enviado especial del gobierno venezolano ciertamente debilita el orden diplomático. Una notificación roja fue la herramienta utilizada para debilitar aún más ese orden porque las autoridades de Cabo Verde la citaron como la única base para el arresto”, reseña el artículo.
