Aunque degradado a tormenta postropical, Ian sigue causando destrozos, inundaciones y muertes en la costa este de los Estados Unidos (EE.UU.). Este sábado perdía fuerza a su paso por el sureste del país y se espera que se disipe durante la noche, después de haber causado inundaciones en Carolina del Sur y devastado buena parte de Florida, donde se contabilizan al menos una veintena de muertos.
Las autoridades de Florida informaron el viernes por la noche que la tormenta había dejado 23 fallecidos, pero la cadena de televisión CNN elevó la cifra a 45 muertos, reseñó el medio Correo del Sur, lo que es posible debido a la amplitud del territorio alcanzado por el fenómeno natural, considerado entre los más catastróficos que ha azotado esta región costera en su historia.
El ciclón postropical Ian golpea a Carolina del Sur tras reportes de más de 40 personas fallecidas y millones sin electricidad en Floridahttps://t.co/yfrktePqla
— CNN en Español (@CNNEE) October 1, 2022
Ian llegó el viernes por la tarde a Carolina del Sur como huracán de categoría 1, con vientos de hasta 140 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). En la mañana de este sábado (0900 GMT), sus vientos se redujeron a unos 50 km/h a su paso por Carolina del Norte.
Se sale el mar en Myrtle Beach, Carolina del Sur a causa del huracán Ian. pic.twitter.com/u5IHPZZpqA
— Alerta Mundial / Terremotos y Desastres (@AlertaMundial19) September 30, 2022
Ian «debería disiparse sobre el centro-sur de Virginia» el sábado por la noche, predijo el centro, aunque se mantiene el riesgo de lluvias e inundaciones «moderadas» en el centro de los Apalaches y el noreste de EE.UU.
Marejada ciclónica
En la costa de Carolina del Sur, la fuerte tormenta desbarató muelles e inundó calles. El NHC alertó, cuando Ian aún era huracán, sobre una «marejada ciclónica potencialmente mortal» en este estado. Unos 575.000 hogares y empresas estaban sin electricidad el viernes por la noche en Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia, según la web especializada PowerOutage.
El presidente estadounidense, Joe Biden, instó a los ciudadanos a hacer caso a las llamadas de alerta de las autoridades locales, como en Carolina del Sur, donde pidieron no circular por carreteras inundadas.
«Es una tormenta peligrosa que traerá vientos fuertes y mucha agua, pero lo más peligroso será el error humano. Sean inteligentes, tomen buenas decisiones, comprueben cómo están sus seres queridos y manténganse a salvo», tuiteó el gobernador Henry McMaster.
Las autoridades locales de North Point, en Florida, recomendaron a los residentes de los vecindarios inundados que evacúen. Aseguraron que en algunas zonas las aguas continuarán subiendo durante los próximos dos días.
Los meteorólogos estiman que la tormenta avanza y puede golpear más tarde a Carolina del Norte, por lo que el gobernador Roy Cooper instó a los residentes a prepararse para lluvias torrenciales, fuertes vientos y posibles cortes de energía.
Florida destruida
Millones de personas se quedaron sin electricidad después de que la tormenta tocara tierra como un huracán de categoría 4, con fuertes vientos y lluvias en todo el estado de Florida. El presidente Biden aprobó una declaración de emergencia por este desastre natural.
En Florida, además del elevado número de víctimas humanas, los daños materiales son «históricos», debido a las inundaciones sin precedentes, según el gobernador Ron DeSantis.
El viernes, en Kissimmee, las autoridades recorrían las zonas inundadas en barcos para rescatar a los residentes atrapados en sus casas. «Apenas estamos empezando a ver la magnitud de la destrucción (…) que probablemente se encuentre entre las peores» de la historia de EE.UU., dijo Biden.
Más de 1,4 millones de clientes de Florida seguían sin electricidad el viernes por la noche, dos días después del paso de Ian, según PowerOutage.
En la ciudad costera de Fort Myers, el «epicentro» según Ron DeSantis, un puñado de restaurantes y bares habían reabierto y decenas de personas estaban sentadas en las terrazas, en medio de árboles quebrados y casas destruidas.
«Fue terrible, pero lo superamos. El tejado de nuestra casa salió volando, un gran árbol se derrumbó sobre nuestros coches, nuestro jardín se inundó», dijo Dylan Gamber, de 23 años.
Mientras tanto, continúa la búsqueda de los 17 pasajeros de una embarcación de migrantes cubanos que volcó el miércoles cerca de los Cayos, al sur de Florida.
Antes de Florida, Ian pasó por Cuba, donde dejó tres muertos, grandes daños e interrupción de la red de electricidad de la isla.
