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Hospital Cardiológico infantil de Venezuela supera las 300 operaciones gratuitas en medio de las sanciones y la pandemia

Fuser News

06/09/2021
Hospital Cardiológico Infantil de Venezuela
En el cardiológico infantil se han realizado 305 intervenciones, destacando el contexto en medio del bloqueo económico.

Fusernews

Redacción Fuser News con información de RT

El Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Gilberto Rodríguez Ochoa, de Venezuela, realizó más de 12.000 intervenciones desde su inauguración, el 20 de agosto de 2006, durante el Gobierno del presidente Hugo Chávez, a pesar de las sanciones y el cruel bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos.

De acuerdo a información del medio RT, este año, en el cardiológico se han realizado 305 intervenciones, destacando el contexto en medio del bloqueo económico, pues de 2014 a 2019 Venezuela sufrió una brutal contracción económica causada por la caída del 99% de sus ingresos petroleros producto de los ataques y desfalco contra la estatal petrolera PDVSA, además de las sanciones.

Isabel Iturria, presidenta del Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Gilberto Rodríguez Ochoa, comentó sobre la labor del personal del cardiológico en medio de las limitaciones y la crisis global por el Covid-19, resaltando que, anualmente, los hospitales más grandes del mundo practican entre 300 y 400 intervenciones y, los que superan esa cantidad, pertenecen a un «grupo bien selecto» de instituciones médicas.

Derrotando las limitaciones

Estos datos, si se comparan con Venezuela, hacen que lo conseguido por el país suramericano en esa área, en medio de sus grandes limitaciones, pareciera imposible.

Igualmente, destaca la información que antes de la creación del cardiológico, en el país se hacían menos de 200 intervenciones al año. Sin embargo, desde que abrió sus puertas hace 15 años, el promedio anual ha sido de 700 a 800 operaciones, mitad cirugías y mitad cateterismos. «El cardiológico transformó las posibilidades de atender a niños con cardiopatías», afirma la también exministra de Salud (2013).

En un país sancionado, procesos tan rutinarios como la compra de insumos médicos transitan por laberintos kafkianos. «Parece que hicieras algo ilícito, cuando los que lo hacen son quienes obstaculizan la llegada a Venezuela de salud y de vida», denuncia Iturria.

Asimismo, refiere Iturria que años atrás, se hacían dos concursos abiertos anuales para adquirir los suministros. A esta convocatoria asistía un grupo de empresas que tenía la posibilidad de ofertar. Poco a poco su presencia se hizo más exigua.

«Es extremo y hay cosas que simplemente no trae el proveedor para no exponerse», porque prácticamente se las vendía al cardiológico debido a que la cirugía pediátrica se hace muy poco en otras instituciones del país.

Apoyo chino

Actualmente, la mayoría de los productos llegan de China, a través de los convenios binacionales, y de otros países. Algunos insumos se compran a un importador «que se lo compró a otro, que a su vez se lo compró a otro» y después se debe evaluar cuál le puede facturar al cardiológico, cuál no y cuál puede hacerlo al Ministerio de Salud.

«Este procedimiento elimina la competencia y se generan costos mayores, porque los productos llegan de otro intermediario. Afecta verdaderamente a nuestro país, por más que el Estado haya encontrado rutas alternas», asevera.

Sobre el costo de las operaciones

Destaca Iturria que las intervenciones son gratuitas para los pacientes y el hospital cubre los costos, que están muy por debajo de los privados. En cualquier lugar del mundo una operación de este tipo puede llegar a los 40.000 dólares.

La presidenta del hospital explica que por una operación en una clínica venezolana se hacen siete u ocho en el cardiológico. «El otro mito que se desmonta es la ‘ineficiencia’ del sector público, que parece ser más una cantaleta que algo con fundamento racional», agrega.

La garantía de gratuidad alberga incluso a la madre, cuya alimentación está garantizada, y al padre, que es alojado en la residencia hospitalaria el día de la cirugía. «Tendría que ser más costoso aquí y no lo es. Lo hacemos con gratuidad, con calidad técnica, pero también con cariño, con solidaridad, con calidez.», dice la doctora egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

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