Luego de pasar 40 años en prisión por un asesinato que no cometió, un tribunal de Los Ángeles, Estados Unidos (EE.UU.), declaró inocente el pasado miércoles a Maurice Hastings, de 69 años, uno de tantos casos de injusticia en el país norteamericano.
El hombre afroamericano, que cumplía una cadena perpetua desde 1988, fue puesto en libertad el pasado octubre, después que la condena otorgada fuera anulada gracias al esfuerzo conjunto de la Fiscalía del Condado de Los Ángeles y el Proyecto Inocencia de esa ciudad.
Sin embargo, no fue hasta la semana pasada que los fiscales y los abogados de Hastings volvieron al tribunal para pedir que se le declarara no culpable, informó CBS News.
Tras la solicitud, el juez William C. Ryan lo declaró, finalmente, «inocente de hecho», lo que significa que las pruebas demuestran claramente que no había cometido el crimen.
El fiscal del distrito, George Gascón, subrayó que el hombre «sobrevivió a una pesadilla», pero la decisión judicial limpiaría su nombre y allanaría el camino para que pudiera recibir una reparación por su injusta condena.
Injusta acusación
En 1983, Hastings fue acusado del secuestro, violación y homicidio de Roberta Wydermyer, en la ciudad de Inglewood, California. En el 2000, solicitó una prueba de ADN, petición que fue denegada.
En el 2021, presentó un reclamó de inocencia a la Unidad de Integridad de las Condenas de la Fiscalía y las pruebas de ADN realizadas determinaron que el semen hallado en el cadáver no era suyo, sino de otro hombre que murió en prisión en el 2020.
Una situación similar vivió, el también afroamericano, Vincent Simmons, quien pasó 44 años encerrado por intento de violación con agravantes de dos hermanas gemelas de 14 años. Al surgir nuevas pruebas, fue puesto en libertad.
Simmons buscó, al menos 16 veces, lograr un nuevo juicio alegando que no había recibido uno justo y solicitando que se examinaran nuevas evidencias, incluido un informe médico que concluía que una de las presuntas víctimas era virgen.
La organización de derechos humanos Reprieve informó en 2021 que luego de permanecer 19 años en la prisión militar de Guantánamo, tras ser confundido con un terrorista, autoridades estadounidenses aprobaron la liberación de Ahmed Rabbani, quien fue detenido en Pakistán.
La organización estadounidense América Quarterly señala que la experiencia de la detención puede acarrear daños perdurables para el detenido. La pérdida de la libertad y la seguridad, y el hecho de resultar aislado de la familia y los amigos puede tener un impacto psicológico duradero.
Refiere que EE.UU. es el país con la mayor población en detención preventiva del mundo y a 20% de los detenidos eventualmente les fueron suspendidos sus juicios.
