Los elevados índices de inflación que agobian la economía de Estados Unidos (EE.UU.) y que repercuten en una disminución del poder adquisitivo de la población ante el aumento de precios de los productos de la cesta básica, junto a una reducción de los beneficios alimenticios establecidos por el Gobierno en el contexto de la pandemia de la Covid-19, forman parte de una lista de factores que generan hambre en las aulas de clases de las escuelas estadounidenses.
En los planteles educativos aumenta la preocupación por los efectos que pueda tener el hambre en el aprendizaje de los estudiantes.
Este mes de marzo finaliza un programa federal que durante la pandemia favoreció a casi 30 millones de estadounidenses con cupones de alimentos adicionales.
Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., más de 34 millones de personas, entre ellas 9 millones de niños, padecen inseguridad alimentaria, lo que significa que no disponen de acceso constante a alimentos suficientes para que todos los miembros de la familia gocen de buena salud.
De igual forma, un informe del Centro de Investigación y Acción Alimentaria indica que, durante el último año académico, el número de comidas escolares servidas a los alumnos aumentó drásticamente y se situó ligeramente por encima de los niveles anteriores a la pandemia, y que ya se reportan descensos en el número de comidas servidas.
“Los programas que brindan asistencia alimentaria directa son muy importantes y vamos a ver los efectos de no tenerlos en los próximos meses”, alertó Megan Curran, directora de políticas del Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia.
Una nota publicada en El Tiempo Latino refiere que si bien comedores escolares en EE.UU. no suelen rechazar a un niño hambriento, las deudas por comidas escolares no pagadas crecen y preocupa la interrogante sobre cómo las escuelas seguirán alimentando a todos, sin dinero federal para hacerlo.
Precisa además que los niños más necesitados tienen derecho a comidas gratuitas o a precio reducido en los centros educativos, como antes de la pandemia, pero para acceder a ese beneficio actualmente deben presentar solicitudes que durante varios años no exigían.