El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, alertó este lunes que las tensiones entre las principales potencias alcanzan el nivel más alto de la historia, sometiendo a la humanidad a una crisis sin precedentes en el sistema de relaciones multilaterales.
En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, presidida por el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, el jefe de la organización con la mayor membresía de países del mundo enfatizó que el sistema multilateral está experimentando la mayor presión desde el establecimiento de las Naciones Unidas en 1945.
«Las tensiones entre las principales potencias están en un nivel histórico. También lo están los riesgos de conflicto, por desventura o error de cálculo», señaló Guterres.
La autoridad pidió soluciones multilaterales efectivas para prevenir y resolver conflictos, hacer frente a la inestabilidad económica y eliminar los desafíos a las normas globales en el ámbito de la lucha contra el uso de armas nucleares.
«Debemos encontrar una forma de avanzar y actuar ahora, como hemos hecho antes, para detener el deslizamiento hacia el caos y el conflicto«, planteó Guterres, antes de agregar que «es hora de profundizar en la cooperación y reforzar las instituciones multilaterales, de encontrar soluciones comunes a los retos comunes».
Durante la reunión, el ministro Lavrov señaló que tanto la ONU como los requisitos de su Carta suponen una amenaza para las ambiciones globales de Estados Unidos (EE.UU.), añadiendo que Occidente está creando “clubes de los elegidos, pasando por alto a las Naciones Unidas”.
“La agresión financiera y económica occidental destruye los beneficios de la globalización, con Washington y sus aliados que abandonan la diplomacia y exigen que las relaciones se aclaren en el campo de batalla, todo ello dentro de los muros de la ONU», lamentó el alto diplomático.}
En sintonía con la preocupación de Guterres, el Canciller ruso apuntó que el mundo, como durante la Guerra Fría, se ha acercado a una línea peligrosa, «quizá aún más peligrosa«. Indicó que la minoría de Occidente debería comportarse decentemente y respetar a los demás miembros de la comunidad mundial. «Llamemos a las cosas por su nombre: nadie permitió a la minoría occidental hablar en nombre de toda la humanidad», recalcó Lavrov.
