El secretario general de la ONU, António Guterres, solicitó ante el Consejo de Seguridad que se realice una investigación independiente de lo ocurrido en la ciudad de Bucha
El Consejo de Seguridad de la ONU celebra este martes a petición de Rusia y Ucrania, una reunión extraordinaria para abordar la situación en la ciudad de Bucha, situada en las proximidades de Kiev, refiere RT.
El representante permanente ruso ante el organismo, Vasili Nebenzia, declaró que Rusia emite una protesta por el veto del Reino Unido a dos peticiones de convocar una reunión del Consejo de Seguridad al respecto.
En respuesta, la embajadora del Reino Unido, Barbara Woodward, prometió no vetar las peticiones para celebrar reuniones del Consejo de Seguridad.
El domingo pasado, Moscú solicitó la reunión a raíz de las «provocaciones flagrantes de los radicales ucranianos» en la ciudad, pero la propuesta fue vetada por el Reino Unido. Tras ello, Rusia reiteró su solicitud este lunes.
Reformar el sistema ONU
El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, dio un discurso en la reunión y declaró, tras visitar Bucha, que «no hay ni un solo delito que no se haya cometido allí», agregando que las tropas rusas mataron a «familias, adultos, niños e intentaron quemar los cadáveres».
Al mismo tiempo, preguntó: «Existe un Consejo de Seguridad, efectivamente, pero ¿dónde está la paz? ¿Dónde está la seguridad? ¿Dónde están las garantías que tienen que ofrecer las Naciones Unidas?». En su opinión, «está claro que la institución más importante del mundo […] no puede trabajar de manera eficaz en estos momentos».
«Hay que reformar el sistema de las Naciones Unidas». «Lo más importante hoy es que se trasforme el sistema, que se transformen las Naciones Unidas. Y por eso propongo que se convoque una conferencia global», dijo, añadiendo que puede ser organizada en Kiev.
Zelenski dijo que si el organismo «no sabe cómo adoptar la decisión» para garantizar la paz, hay dos opciones. La primera de ellas es «eliminar a Rusia en tanto que agresor y fuente, origen de la guerra, no pueda bloquear las decisiones sobre la propia agresión», dijo, destacando que la otra opción sería «reformar y modificar» el organismo para trabajar a favor de la paz.
«Si no hay más opción, igual lo que tiene que hacer el Consejo es disolverse», reiteró.
Acusaciones infundadas
El representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia se dirigió al presidente y dijo que Rusia deja «a su conciencia las acusaciones infundadas sobre los militares rusos que no están confirmados por ningún testimonio de testigo».
El representante de Rusia ante el organismo destacó la crueldad de los neonazis y radicales ucranianos que «usan a civiles como escudos humanos y despliegan la artillería pesada cerca de los edificios residenciales». «Hoy hemos vuelto a escuchar un gran número de mentiras sobre los militares rusos. Tenemos cientos de pruebas de video, si no miles, de personas que están listas para testificar sobre atrocidades de nacionalistas ucranianos», declaró.
Nebenzia afirmó que, con el fin de culpar a Rusia, hay escenificaciones con civiles asesinados por radicales ucranianos en las zonas que las tropas rusas abandonaron, tras las negociaciones entre Moscú y Kiev en Estambul.
China apuesta al diálogo
El embajador de China, Zhang Jun, reiteró que «el diálogo y la negociación son la única manera de salir y abrir la puerta a la paz».
A su juicio, la comunidad internacional «debería crear las condiciones favorables y un entorno adecuado para las negociaciones entre ambas partes».
El representante chino tachó de «perturbadores» a los informes e imágenes desde Bucha, y enfatizó que deben aclararse las causas y las circunstancias de los fallecimientos en la urbe.
Sin embargo, hizo hincapié en que «cualquier acusación debería basarse en hechos».
La noche del pasado sábado, fueron difundidas varias imágenes de cuerpos tendidos en las calles de Bucha, algunos con las manos atadas. El asesor de la oficina del presidente de Ucrania, Mijaíl Podoliak, declaró que los civiles «estaban desarmados», «no representaban ninguna amenaza» y «fueron matados a tiros por los soldados rusos». Por su parte, el alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk anunció el mismo día que en la ciudad habían sido enterradas ya 280 víctimas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia tachó de «provocación» las imágenes y denunció que se trata de una «escenificación» creada «para los medios de comunicación occidentales». El canciller ruso, Serguéi Lavrov, adoptó una postura similar y acusó a las autoridades ucranianas de realizar una «escenificación» y un «ataque de falsificaciones».