El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ratificó su apoyo a la mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) para resolver la crisis política en Níger, donde un golpe de Estado derrocó al presidente Mohamed Bazoum el 26 de julio.
En un mensaje divulgado por su oficina, el titular de ONU aseguró sentirse preocupado por “el fracaso hasta ahora en restaurar el orden constitucional”.
Gutteres urgió a garantizar que el trabajo humanitario de la ONU y sus agencias se realice sin obstáculos en el país, por lo que enfatizó en la necesidad de que el Servicio Aéreo Humanitario de la organización, que proporciona ayuda a las comunidades remotas en Níger, pueda operar y continuar sirviendo a esas zonas deprimidas.
El representante especial del secretario general para África Occidental y el Sahel, Leonardo Santos Simao, que se encuentra actualmente en Nigeria, sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos después de que finalizase en la víspera el ultimátum dado por la Cedeao a la junta golpista para restablecer el orden democrático.
La Cedeao anunció este lunes que los gobernantes de los 15 países de ese bloque se reunirán el próximo jueves, en Nigeria, para discutir sobre la actual situación política existente en Níger y decidir las próximas medidas de presión para que las autoridades golpistas nigerinas liberen al retenido gobernante Bazoum y reinstauren el orden constitucional.
El Senado de Nigeria rechazó el plan de intervención militar e instó al presidente de la nación, Bola Tinubu, también actual presidente del bloque, a explorar otras opciones, además del uso de la fuerza. La Cedeao aún puede avanzar, ya que las decisiones finales se toman por consenso entre los Estados miembros.
África occidental dividida
Guinea y la vecina Argelia, que no es miembro de la Cedeao, se han manifestado en contra del uso de la fuerza. El gobierno de Senegal ha dicho que participaría en una operación militar si se lleva a cabo, y Costa de Marfil ha expresado su apoyo a los esfuerzos del bloque para restaurar el orden constitucional.
Por otra parte, Mali y Burkina Faso, ambos vecinos de Níger dirigidos por juntas militares, enviaron este lunes una delegación de funcionarios para mostrar su apoyo a las autoridades de facto. Ambos países han dicho que considerarían cualquier intervención en Níger como una “declaración de guerra” contra ellos.
En medio de las fuertes tensiones, las nuevas autoridades de Níger, las cuales ordenaron el cierre del espacio aéreo, denunciaron que contra el territorio nacional se prepara una intervención en un país vecino, al cual no identificaron.
Un portavoz de los líderes del golpe, el coronel mayor Amadou Abdramane, señaló que el espacio aéreo de Níger permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. Cualquier intento de sobrevolar el país se encontrará con “una respuesta enérgica e inmediata”.
La junta también afirmó que dos países de África central se estaban preparando para una invasión, pero no dijo cuáles.