Guatemala activó protocolos de seguridad para detener una caravana migratoria de personas provenientes de San Pedro Sula, Honduras, aunque varios de los detenidos denunciaron intentos de soborno.
De acuerdo con testimonios recogidos por medios locales, funcionarios les habrían pedido cuotas de dinero para dejarlos pasar, pero ante la falta de consenso y negativas finalmente decidieron desmantelar la caravana.
El Instituto de Migración (IGM) de la nación centroamericana, precisó que las 23 personas, 22 mujeres y un hombre, ingresaron por puntos no autorizados, sin cumplir con los requisitos migratorios.
Las autoridades correspondientes procedieron con la expulsión inmediata del territorio guatemalteco a los migrantes que buscaban iniciar su camino hacia Estados Unidos (EE.UU.), refiere Telesur.
“El Instituto Guatemalteco de Migración mantendrá monitoreos constantes y realizará acercamientos con autoridades migratorias hondureñas para la atención y abordaje integral de estos movimientos”, reza el comunicado.
El año pasado las Cancillerías de Guatemala y EE.UU. acordaron fortalecer la cooperación en materia de seguridad fronteriza, para “combatir” a los traficantes de personas y de drogas “incluso mediante la reconstitución de una Unidad Móvil de Interdicción Táctica centrada en el desmantelamiento de las actividades delictivas transnacionales en Guatemala”.
Biden y su incumplimiento electoral
Como candidato presidencial, Joe Biden criticó las políticas restrictivas sobre migración de la Administración Trump y se comprometió a promulgar una reforma integral que reafirmaría el compromiso de Estados Unidos (EE.UU.), con las solicitudes de asilo, esto lo llevó a ganar el voto latino.
Sin embargo, a casi dos años de su elección, ha dejado vigentes las reformas políticas migratorias promovidas por el exmandatario Donald Trump, las cuales habían sido fuertemente criticadas por el hoy ocupante de la Casa Blanca.
Este es el caso del programa conocido como ‘Quédate en México’, que obliga a los aspirantes de asilo, en su mayoría centroamericanos, a permanecer en el vecino país por un mínimo de 180 días, antes obtener respuesta de su solicitud.
El propio Biden había tildado esta política de “peligrosa” e “inhumana”. “Va en contra de todo lo que defendemos como una nación de inmigrantes”, destacó en una oportunidad.