El alto comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, informó este miércoles que más de 10 grupos armados del país iniciaron un cese al fuego unilateral, en el marco de la propuesta del presidente Gustavo Petro, denominada «paz total».
Entre las agrupaciones armadas que se sumaron se encuentran algunas disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia, así como grupos narcoparamilitares, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo.
Las autodefensas de la Sierra Nevada de Santa Marta y algunas «oficinas», bandas dedicadas al sicariato, también forman parte de los grupos que le dieron un alto al fuego.
La propuesta de Petro busca entablar diálogos con las agrupaciones armadas para poner fin al conflicto en el país suramericano, que ya está en fase de exploración con diferentes grupos.
«Cada grupo con su propia identidad, naturaleza y motivación, está expresando su disposición a ser parte de la paz total. En esta fase de exploración se les ha pedido no matar, no desaparecer, no torturar y vamos avanzando», dijo Rueda.
Este cese unilateral de estas organizaciones en varias regiones del país abona el camino para un cese multilateral, según dijo el alto comisionado para la Paz.
Petro anunció la semana pasada, durante su estancia en Nueva York, como parte de su participación en el 77° período de sesiones de la Asamblea General de la Organización para las Naciones Unidas (ONU), que propondría un «cese al fuego multilateral» para desmantelar las organizaciones criminales que operan en Colombia.
“Sería el inicio del fin de la violencia en Colombia… con todos (los armados) que se adhieran a esa posibilidad”, dijo Petro.
Previamente, el presidente colombiano expresó que la mayoría de los armados, que suman una veintena, manifestaron al gobierno su intención de dialogar.
Según un informe sobre violencia divulgado en julio por la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, entre 2016 y 2021 las masacres aumentaron en un 200% y en lo que va de 2022, la ONU verificó 33 masacres más en Colombia.
