El Gobierno francés anunció que a partir del 10 de mayo se prohibirá la venta de piscinas en el sur del país debido a la fuerte sequía que afecta la zona.
El ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, señaló que “tenemos que salir de nuestra cultura de la abundancia», y destacó que, de acuerdo a la normativa, los lugareños no podrán llenar sus piscinas, ni regar el jardín, ni lavar sus autos mientras se mantenga la sequía histórica en Francia y otros países de Europa.
https://twitter.com/RTLFrance/status/1654363529401581570
Agregó que si se permitiera comprar piscinas, la gente «podría tener la tentación de llenarlas aunque no esté permitido».
Escasez de agua
Según el ministro francés, unos dos mil pueblos y ciudades corren el riesgo de quedarse sin suministro de agua este año. El año pasado, unos 400 municipios tuvieron que abastecerse con botellas o cisternas móviles.
«Los Pirineos Orientales es una región en la que no llueve desde hace más de un año. Cuando se vive una crisis como esta, es muy sencillo: se trata de agua potable y nada más», declaró Béchu.
Detalló que cerca de 40 distritos, que representa casi la mitad del país, se encuentra en niveles de «alerta» o «vigilancia», lo que hace presagiar una escasez aún mayor que la del 2022.
«A la vista de lo que ocurre con la naturaleza y de la situación en la que nos encontramos, la gente va a tener que hacerse a la idea de que el calentamiento global está ocurriendo ahora mismo (…) La guerra por el agua desencadenada por la caída de las reservas es una auténtica amenaza para nuestra cohesión nacional», subrayó.
Por su parte, el prefecto de la región, Rodrigue Furcy, precisó que gran parte del sur de Francia sufre la sequía más grave desde 1959. En este sentido, los Pirineos Orientales se convertirán en el cuarto distrito en el que la sequía alcanza oficialmente el estatus de «crisis».