El Gobierno de Chile declaró alerta sanitaria en tres poblaciones ubicadas en el litoral industrial, denominado el «Chernóbil chileno», luego que esta semana se intoxicaron casi un centenar de personas por la alta contaminación del aire.
La medida, que estará vigente hasta el 30 de septiembre, fue publicada en el Diario Oficial y otorga facultades especiales a las autoridades. Las zonas afectadas son: Concón y Quintero-Puchuncaví, en la región de Valparaíso, a 110 kilómetros al oeste de Santiago.
Desde el momento de publicación de la alerta, las autoridades están facultadas para «ordenar la disminución de la emisión de material contaminante, cuando las condiciones de ventilación así lo aconsejen», o «suspender, total o parcialmente, el funcionamiento de fuentes fijas comunitarias e industriales que emitan material contaminante».
El Ministerio de Salud señala en el decreto que el episodio más crítico se detectó durante la jornada del 23 de mayo, en la que 82 pacientes presentaron síntomas asociados a “intoxicación por agentes ambientales».
Los afectados, en su mayoría, fueron niños que presentaron diversos síntomas, como dolores de cabeza, mareos y vómitos, y las autoridades tuvieron que suspender las clases hasta el viernes.
El ente indicó que en Quintero y Puchuncaví se reportaron altos valores de las concentraciones de hidrocarburos no metánicos, (NMHC) o sea propano, propeno, etano, eteno e isopreno.
La bahía de Quintero-Puchuncaví, conocida como el «Chernóbil chileno», alberga una veintena de termoeléctricas, petroleras y plantas químicas que emiten a la atmósfera gases contaminantes y provocan recurrentes episodios de intoxicación desde hace décadas.
El jueves, educadores, activistas y víctimas pidieron una mirada «más social» y «menos económica» para resolver el problema de la grave contaminación en la bahía de Quintero-Puchancaví.
Para impulsar el desarrollo económico del país, Chile habilitó en la década de 1960 cinco de «zonas de sacrificio», siendo el cordón industrial una de ellas, que va en detrimento permanente del medioambiente y la salud de las personas.
Tras esta situación, la estatal Codelco, mayor cuprífera del mundo, concretará el próximo miércoles la clausura definitiva de una de sus fundiciones de cobre en la localidad vecina de Ventanas, un cierre que fue aprobado en marzo por el Parlamento chileno y fue una de las grandes promesas del presidente Gabriel Boric.
