El asesor en cuestiones gubernamentales del Reino Unido, Stuart Thomson, afirmó que el primer ministro de la nación europea, Boris Johnson, se encuentra en un precipicio político.
Después de los escándalos por la famosa “fiesta de los tragos” celebrada en la residencia de la Jefatura de Gobierno en pleno inicio de la pandemia de Covid-19, la confianza de la población británica fue sepultada y al parecer también su carrera.
«Le acusan de engañar al Parlamento, se disculpó a medias en la Cámara, tuvo que pedir perdón a la reina Isabel, peor imposible», resumió Thomson en una entrevista con Sputnik.
A su juicio, Johnson intenta salvar su prestigio mientras espera, en lugar de renunciar, el resultado de la investigaciones sobre los eventos sociales en Downing Street.
Nuevas revelaciones
A la ola de críticas se suman además nuevas revelaciones que ponen en entredicho la palabra del Primer Ministro.
Recientemente, su exasesor Dominic Cummings le acusó públicamente de haberle mentido al parlamento sobre los eventos y aseguró que fue advertido de la ilegalidad de esas celebraciones.
Por otra parte, el líder conservador insiste en su convicción de que el evento al que acudió era una reunión de trabajo convocada en el jardín de la residencia, pero los correos publicados ITV News, dicen lo contrario.
En los mismos, el propio secretario privado principal de Johnson, Martin Reynolds, invita a más de 100 empleados a «traer su propia bebida» y «aprovechar al máximo del buen tiempo».
«Después de lo que ha sido un período increíblemente ocupado, sería bueno aprovechar al máximo el hermoso clima y tomar algunas bebidas socialmente distanciadas en el jardín N°10 esta noche», reza uno de los mensajes.
Por su parte Johnson se excusó diciendo que nadie le había comentado que iba en contra de las reglas. La justificación desató un sinfín de memes y comentarios sarcásticos en las redes sociales.
«La idea de que no sabía lo que hacía es absurda y poco realista», coincide Thomson. El analista subraya que esta crisis es diferente a otras polémicas previas de Johnson, vinculadas a relaciones sexuales extramaritales, despidos injustificados, comentarios insultantes, engaños del electorado sobre el Brexit, falsificación de fuentes en el diario The Times, entre otras.
