La policía de Brasil detuvo a un adolescente de 17 años que intentó perpetrar un ataque terrorista en un recinto educativo de la ciudad de Sao Paulo.
El atacante hizo detonar dos bombas molotov en la entrada de la Escuela Estadual Professor Antonio Sproesser, en donde solía estudiar. Según testigos, no ofreció resistencia al ser capturado.
El agresor portaba un fusil y un hacha, además de explosivos caseros, cuando fue aprendido, en videos que circularon en redes sociales, se puede constatar que también llevaba un brazalete con la cruz esvástica, símbolo del nazismo.
El ataque no dejó heridos, aunque sí conmoción en la institución, en la cual estudian 300 estudiantes con edades comprendidas entre 12 a 15 años.
El adolescente, quien no fue identificado, había dejado una carta de despedida el día del atentado, asegurando que se sentía superior a los demás y que estaba invadido por la tristeza, por estar solo y no tener amigos.
«Estoy listo para morir, no tengo amigos ni familia», escribió el exalumno. La policía también dijo que incautó un arma de aire comprimido y propaganda nazi en la casa del joven.
Los ataques a escuelas son poco comunes en la nación sudamericana, pero han ocurrido con mayor frecuencia en los últimos años. El pasado 26 de noviembre, un exalumno armado con una pistola semiautomática y un revólver mató a cuatro personas e hirió a 12 en dos escuelas del pequeño pueblo de Aracruz en el estado de Espirito Santo. Tenía también una esvástica clavada en su chaleco.
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