Los sindicatos franceses celebran este jueves sus primeras manifestaciones masivas desde que el presidente, Emmanuel Macron, impuso hace una semana una subida de la edad de la jubilación sin votación parlamentaria.
Paros en los sectores de transporte, educativos y sanitarios; calles de las principales ciudades llenas de basura, y miles de ciudadanos en las calles desde hace más de una semana forman parte del panorama que vive el país europeo.
“La movilización es la imagen de lo que leemos en las encuestas, es decir, que una gran mayoría de los ciudadanos de este país están en contra de esta reforma de pensiones”, aseguró durante una de las manifestaciones Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) francesa.
Aunque las protestas son mayores en la capital París, el escenario caótico se replica en otros puntos de Francia, siendo notables las protestas en Burdeos, donde los manifestantes han lanzado fuegos artificiales contra la Policía, así como en Lille o en Lyon, donde se han vivido momentos de tensión.
El presidente francés impuso el jueves pasado su reforma del sistema nacional de pensiones recurriendo al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar sin voto parlamentario un proyecto de Ley.
En la víspera, Macron afirmó que la ley de pensiones, que sube la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, debe aplicarse antes de final de año y que asume el riesgo de la impopularidad que esa decisión genera.
Los críticos arremetieron contra el mandatario por esos comentarios y le tacharon de “arrogante”, “desconectado” y “ofensivo”.
Eran las primeras declaraciones del Presidente desde que su gobierno forzó la aprobación parlamentaria de la ley por falta de apoyo en la cámara. El gobierno sobrevivió a dos mociones de censura en la cámara baja del parlamento el lunes.
La propuesta de ley debe ser revisada ahora por el Consejo Constitucional de Francia antes de convertirse en ley.
El mandatario de 45 años, que está en su segundo y último mandato, reitera que está convencido de que el sistema de jubilaciones debe modificarse para seguir financiado. La oposición a su gestión propone otras soluciones como subir los impuestos a los ricos o a las empresas, algo que Macron dijo perjudicaría a la economía.