En su discurso ante el Parlamento Europeo, la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, insistió este martes que «las sanciones deben reflejarse en la vida cotidiana de los rusos de a pie»
«No es justo que los turistas rusos viajen libremente por Europa, debemos imponer restricciones estrictas a la concesión de visados», clamó Marin, mientras acusó a Rusia de matar a civiles en Ucrania.
«En la situación actual, la suspensión total del acuerdo del régimen simplificado de visados entre la Unión Europea (UE) y Rusia está justificada, pero esto no es suficiente».
La alta funcionaria admitió que la crisis energética, provocada, entre otras cosas, por las restricciones antrirrusas, obliga a Finlandia a vivir casi en condiciones de una «economía militar».
El lunes, entró en vigor la decisión del Consejo de la UE de suspender por completo el acuerdo que mantenía con Rusia sobre un régimen simplificado de visas.
Los ciudadanos rusos que soliciten un visado deberán pagar una tarifa de 80 euros (40 euros para niños de 6-12 años), en lugar de los 35 euros anteriores, además de esperar al menos 15 días para obtener el documento, un plazo que puede prorrogarse hasta 45 días.
Criticada en las últimas semanas por una serie de vídeos filtrados en los que se la ve bailando y de fiesta con un grupo de amigos, Marin apelo a su posición antirrusa ante la Eurocámara en Estrasburgo.
En junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que “nada preocupa” a Moscú de la adhesión de los países nórdicos a la Alianza Atlántica, pero advirtió de que el Kremlin responderá a cualquier refuerzo militar en la zona.
Con los altos precios de la energía y la inflación disparada en toda la UE, muchos temen que la unidad de los veintisiete países que apoyan a Kiev se resquebraje.