La industria petrolera venezolana creció un 26% desde enero hasta septiembre de 2022, lo que se tradujo en un promedio de 150.000 (b/d) más que en 2021, de acuerdo con cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El panorama geopolítico actual, las crisis derivadas de la fluctuación en los precios de los rubros energéticos, ha llevado a los gobiernos occidentales a reconsiderar parcialmente las políticas de agresión en contra de Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo del mundo, pero con una capacidad limitada por las “sanciones” económicas impuestas desde hace más de cinco años.
Por primera vez desde la imposición de las medidas coercitivas, el país comienza a mostrar avances significativos en distintos índices económicos, que incluso, son reconocidos por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esto ha sido resultado de un proceso de trascendencia del modelo económico que en gran medida no está vinculado a la mejoría de la industria petrolera, “nos hemos visto en la necesidad de evolucionar a un modelo distinto, que pasa por varios aspectos, uno de ellos es la diversificación”, manifestó el economista e integrante de la Comisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo de la Asamblea Nacional (AN), Fernando Bastidas.
En entrevista exclusiva para Fuser News, el diputado aseguró que el mundo está cambiando y direccionándose a la multipolaridad y que los venezolanos debemos apostar por el aprovechamiento de los sectores productivos y los territorios que poseen potencialidades para el desarrollo.
Zonas Económicas Especiales
A tres meses de la promulgación de la Ley Orgánica de las Zonas Económicas Especial (LOZE), Bastidas calificó este instrumento como uno de los proyectos centrales que ayudará a la transición de un modelo no dependiente del rentismo petrolero a largo plazo.
«Las Zonas Económicas Especiales permiten justamente esto, que los territorios sean aprovechados al máximo en su potencial específico. Se han planteado cinco, la Península de Paraguaná, Puerto Cabello, La Guaira, Margarita y la Isla de la Tortuga».
Bastidas precisó que en el caso de Paraguaná el mes pasado hubo una jornada en materia de turismo, en la cual se realizó una inversión a nivel de infraestructura, adecuación de las fachadas y de apoyo a los operadores turísticos.
Destacó el acompañamiento brindado desde AN para el desarrollo de los planes de trabajo y las articulación con la Superintendencia de las Zonas Económicas Especiales, institución que tiene la rectoría y coordinación de estos espacios de producción.
«Esta propuesta es de mayor importancia, diría yo, porque es de perspectiva a largo plazo y de esto es fundamental precisar que no son resultados inmediatos sino estructurales sobre el tiempo», agregó.
Rentismo, rol impuesto
«Vemos por ejemplo como hace unos días el Tesoro norteamericano trataba de imponerle a la Federación de Rusia un tope a los precios del crudo, desconociendo totalmente la realidad del mercado petrolero. Así como vemos este caso, a nosotros se nos impuso durante todos estos años y el siglo pasado, el rol de proveedor de petróleo», recordó el economista.
Bastidas manifestó estar convencido que el surgimiento de una nueva dinámica de relación entra países aliados, en la que se respete el derecho de cada un de las naciones a la libertad comercial y económica, permitirá un mejor aprovechamiento de nuestro potencial, «tanto para ofrecerle al mundo como para satisfacer nuestras necesidades».
En este sentido, dijo que «hoy vemos con gran expectativa a distintas sectores, especialmente el privado, interesado en desarrollar sus negocios, invertir en Venezuela (…) lo hemos estado evidenciando en sectores como el agroalimentario donde hay una creciente presencia del sector privado y de procesos que afortunadamente tienden a satisfacer el mercado nacional».
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Retos y perspectivas
En cuanto a las perspectivas, Bastidas dijo son favorables, y comentó los pronunciamientos de instancias como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hace pocos días aseguró que Venezuela es uno de los países en la región que tiene perspectivas de crecimiento para el final de este año y que se proyectan además para el año 2023.
«Tenemos que aprovechar todas estas circunstancias para que esos indicadores económicos dentro de la progresiva estabilización macroeconómica, se reflejen en el día a día de nuestro pueblo, aún hay mucha dificultades que debemos superar, expectativas que nuestro pueblo tiene, el tema del poder adquisitivo sigue siendo un tema de mucha preocupación para las familias, el reto está en que progresivamente estos indicadores que son favorables se expresen en lo palpable de la realidad colectiva de los venezolanos».
