La posible extradición del prófugo internacional Leonard Francis, mejor conocido como «Fat Leonard» a Estados Unidos (EE.UU.), podría redefinir las relaciones entre Washington y Caracas, interrumpidas desde que la administración de Donald Trump desconoció al presidente Nicolás Maduro para apoyar política y financieramente al opositor Juan Guaidó.
«Fat Leonard» burló su arresto domiciliario en San Diego, California, el pasado 4 de septiembre aprovechando el feriado del Día del Trabajo y escapó a México, luego voló a Cuba y finalmente fue interceptado en Venezuela el 20 de septiembre, cuando se disponía a viajar a Rusia.
Desde entonces, Leonard, declarado culpable de defraudar a la Marina estadounidense por 35 millones de dólares, está bajo custodia de las autoridades venezolanas, y el pasado 13 de octubre, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con ponencia de la magistrada Elsa Gómez, fijó un plazo de 60 días para solicitar su extradición.
Dilema jurídico y diplomático
El cómplice de Guaidó en el robo de Citgo, José Ignacio Hernández, dijo a USNI News que «el meollo de este caso es si el gobierno de EE.UU. va a interactuar con el gobierno de (Nicolás) Maduro o de manera diplomática podemos aportar los documentos necesarios para avanzar en la extradición de este señor».
Hernández señaló que «EE.UU. no puede tener ninguna comunicación formal con el gobierno de Maduro porque reconocen a Juan Guaidó como presidente interino, y no se puede tener una conversación diplomática con dos gobiernos al mismo tiempo».
De modo que la administración Biden tiene ante sí un dilema, no sólo jurídico sino también diplomático: «si decide no responder a esta petición, este tipo va a ser liberado, seguro. Pero si la administración de Biden decidió proporcionar la información, Maduro va a decir: ‘la administración de Biden nos reconoció como gobierno, porque hemos tenido este intercambio diplomático».
“En mi opinión, Biden le va a dar la documentación a Maduro, y Maduro va a trabajar que esto es una especie de reconocimiento a su gobierno”, agregó el abogado involucrado con el ilícito multimillonario de la filial de Pdvsa.
Intercambio de prisioneros
A principios de octubre, Venezuela liberó a siete estadounidenses de prisión a cambio de dos ciudadanos venezolanos que habían estado detenidos en EE.UU. por cargos de drogas, mientras familiares de estadounidenses encarcelados en el extranjero siguen presionando al gobierno de Joe Biden para agilizar más canjes, sugiriendo incluso un intercambio por el diplomático venezolano Alex Saab, injustamente recluido en una cárcel de Miami.
Según un informe de este mes en The New York Times, a cambio de «reformas humanitarias», la administración Biden está considerando aliviar las sanciones que pesan contra Venezuela y abrir relaciones con el presidente Nicolás Maduro.
