Con un resultado de 345 votos contra 284, y 8 abstenciones, los legisladores de la Eurocámara rechazaron este martes validar las cuentas del año 2020 de la agencia de fronteras del bloque, Frontex, durante una sesión plenaria en Estrasburgo, Francia, debido a la preocupación por las graves faltas de conducta del personal y las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en la ejecución de su trabajo.
Frontex, que supervisa las fronteras exteriores de las 27 naciones de la Unión Europea (UE), está bajo presión por señalamientos de que estuvo involucrada en las devoluciones ilegales de inmigrantes, especialmente en el Mar Egeo, entre Grecia y Turquía. Su director ejecutivo, Fabrice Leggeri, tuvo que dimitir el pasado mes de abril por los casos identificados en un informe de la Oficina de lucha contra el fraude en la UE (OLAF).
“Con un presupuesto de 900 millones de euros (884 millones de dólares) en 2022, Frontex es la agencia europea mejor financiada. Ya no podemos tolerar que se utilice dinero público para violar la legislación europea y el derecho internacional”, declaró el legislador de Verdes Holandeses, Bas Eickhout, después de la votación, reseñó AP.
Devoluciones forzosas de migrantes
La decisión votada por el Parlamento europeo no tiene consecuencias legales directas, pero obliga a las instituciones de la UE, en particular a la Comisión Europea, a tomar medidas para abordar las preocupaciones del órgano legislativo. En circunstancias similares en 1999, toda la comisión renunció en medio de acusaciones de corrupción.
En el contexto de la plenaria, varios miembros del Parlamento de la UE expresaron su preocupación por el presunto suicidio de un miembro de Frontex aparentemente relacionado con denuncias de acoso sexual. Destacan que en 2020 se notificaron dentro de la agencia 17 casos de acoso sexual, de los que quince se archivaron sin más seguimiento.
Los legisladores europeos celebran que tras la salida de Leggeri se designara una directora interina y se pusieran en marcha algunas medidas correctivas y otras se estén diseñando, así como el cambio en el estilo de gestión para garantizar que «las personas no tengan miedo a denunciar las posibles irregularidades».
Sin embargo, advierten de que los problemas de la agencia podrían ser de naturaleza «estructural» más profunda y no limitarse a la mala conducta de algunas personas, como defiende su consejo de administración.
En el informe, la Eurocámara insta a Frontex a poner fin de inmediato a su participación en devoluciones de inmigrantes y solicitantes de asilo en Hungría, dada la situación del Estado de derecho en el país y las dudas sobre el respeto de los Derechos fundamentales.
Un informe de la OLAF examinó las actividades de Frontex en Grecia desde la primavera hasta el otoño de 2020 y descubrió que la agencia no estaba investigando ni manejando correctamente las pruebas de las devoluciones de inmigrantes y, en ocasiones, intentó encubrirlas o abstenerse de informarlas en absoluto.
El término “pushbacks” (devoluciones) se refiere en Europa al retorno forzoso de migrantes y refugiados a través de una frontera internacional sin una evaluación de sus derechos para solicitar asilo u otras formas de protección, violando tanto el derecho internacional como el de la UE.
