Redacción Fuser News con información de Prensa Latina
Etiopía aumentó las acciones militares con el objetivo de terminar la guerra contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) en un corto período de tiempo, de acuerdo con declaraciones emitidas este viernes por el Servicio de Comunicación gubernamental.
“Recientemente se han incrementado los esfuerzos para sofocar al agresor TPLF (por sus siglas en inglés) en todos los frentes”, expresó el portavoz del Gobierno, Legesse Tulu, durante una conferencia de prensa.
Durante la última semana, el TPLF lanzó una serie de ataques en distintas áreas, sin embargo, fue derrotado en todas las oportunidades, dejando como resultado el deceso de más de 10.000 de sus integrantes en las áreas de Wereilu, Kemisse y Mille, detalló el portavoz.
Tulu seguró que debido a que el grupo de insurgentes “ahora están sufriendo enormes pérdidas en los principales frentes”, las autoridades federales “exhortaron a todas las fuerzas todavía activas a rendirse inmediatamente ante la Fuerza de Defensa Nacional” para evitar mayor derramamiento de sangre.
Acusación contra medios de comunicación
Igualmente, acusó a algunos medios de comunicación de “difundir continuamente propaganda contra el gobierno e intentar empañar la imagen de las fuerzas de seguridad, tras fracasar el intento del grupo de disolver el estado etíope”.
Denunció además el aumento de información falsa sobre la utilización de los alimentos como arma de guerra por parte del gobierno y que los tigrayans son arrestados por su origen étnico.
“No se han realizado arrestos por el origen étnico de esas personas, sino por sus actos y operaciones. Por lo tanto, el gobierno quiere dejar en claro que las acusaciones en ese sentido son infundadas”, aseguró.
Asimismo, detalló algunas agresiones del anterior partido gobernante en Tigray contra más de siete millones de personas en Afar y Amhara desde junio último e instó a la comunidad internacional a condenarlas y solicitar la retirada de esos estados regionales.