Seleccionar página

ESPECIAL | 11-S: cuando el mundo cambió para siempre (I)

Fuser News

11/09/2023
El 11-S Estados Unidos (EE.UU.) vio la destrucción de los simbolos de su poderío a manos del terrorismo, mientras la opinión pública se familiarizaba con palabras como "fundamentalismo" y "yihadismo". Pronto el ataque tuvo nombre y apellido: Osama Bin Laden, el adinerado líder saudí de la célula terrorista Al Qaeda y un viejo conocido de la inteligencia estadounidense.

Jiménez

Al despuntar el 11 de septiembre de 2001, los neoyorkinos se preparaban para un nuevo día laboral con unas elecciones primarias de fondo, cuando dos aviones comerciales secuestrados hicieron trizas el World Trade Center (WTC), cobrando las vidas de casi 3 mil personas.

A las 8:46, el vuelo 11 de American Airlines, que iba de Boston hacia Los Ángeles, chocó entre los pisos 93 y 96 de la torre norte del WTC. Los transeúntes aún no se habían recuperado del impacto, cuando el vuelo 175 de United Airlines, con ruta similar, golpeó la torre sur a las 9:03.

Las autoridades militares y aeroportuarias tomaron conciencia de que el país estaba bajo asedio cuando a las 9:37, el vuelo 77 de American Airlines chocó la sede del Pentágono, en Washington. Un cuarto avión, el vuelo 93 de United Airlines cayó en un campo de Pensilvania luego del forcejeo entre los pasajeros y los secuestradores, pasadas las 10 de la mañana.

En apenas 102 minutos, las Torres Gemelas se vinieron abajo, sepultando a centenares de personas y bomberos atrapados en su interior, y el terror de esos minutos quedó grabado para siempre en las llamadas a los servicios de emergencia y los videos de personas lanzándose con desesperación desde las ventanas llenas de humo y fuego.

Estados Unidos (EE.UU.) vio la destrucción de los simbolos de su poderío a manos del terrorismo, mientras la opinión pública se familiarizaba con palabras como «fundamentalismo» y «yihadismo». Pronto el ataque tuvo nombre y apellido: Osama Bin Laden, el adinerado líder saudí de la célula terrorista Al Qaeda y un viejo conocido de la inteligencia estadounidense.

Antecedentes

Según reportes de inteligencia, el plan de atacar a EE.UU. comenzó a fraguarse en a mediados de los 80, con la llegada del militar radical egipcio Ali Mohamed, quien logró infiltrarse como agente en la CIA, el FBI y el Ejército, y además obtuvo la ciudadanía por naturalización.

Mohamed colaboró con el Sheikh Omar Abdel Rahman, apodado el «Jeque Ciego», quien dictó una ‘fatua’ o decreto de guerra contra EE.UU. y en 1995 fue condenado por conspirar para atacar objetivos civiles. También ayudó a Bin Laden a huir de Afganistán y establecerse en la capital de Sudán, lugar desde el cual se planificaron los primeros ataques de Al Qaeda contra objetivos estadounidenses en la década de los noventa.

El 26 de febrero de 1993 se produjo el primer intento de derribar las Torres Gemelas. Ramzi Yousef detonó una carga de más de 700 kilos de explosivos en un estacionamiento del WTC, matando seis personas e hiriendo a otras 1.000. El tío de Ramzi, Khalid Sheij Mohamed, sería luego el «cerebro» detrás del 11-S.

https://twitter.com/FD4D/status/1629891000507281413?t=PBt6ahRGpgWQYogJ2gPJOg&s=19

El 7 de agosto de 1998, se produjeron dos ataques simultáneos con explosivos contra las embajadas estadounidenses en Nairobi (Kenia) y Dar es Salaam (Tanzania), causando más de 200 muertos.

Al Qaeda, talibanes y EE.UU.

Al Qaeda en árabe significa «la base», y nació a finales de los 80 una vez terminada la ocupación soviética en Afganistán, integrada por los restos de voluntarios árabes o «muyahidines» que lucharon contra el ejército invasor, entre ellos Osama Bin Laden, quien fue su líder más connotado hasta su muerte en 2011.

El espíritu de Al Qaeda es atacar los intereses occidentales y derribar gobiernos en Asia y África que consideran demasiado cercanos a Occidente y no lo suficientemente apegados al Islam.

La guerra en Afganistán se dio en los estertores de la Guerra Fría, y el éxito de los muyahidines se debió al apoyo de Washington a través de la «Operación Ciclón«, con la cual los insurgentes afganos fueron equipados con armas como fusiles AK-47 y lanzamisiles Stinger, con ayuda del vecino Pakistán.

https://twitter.com/li_dawei98/status/1699394094726885618?t=YvClKKeVdaQAVKYUKWuCVQ&s=19

EE.UU. apoyó la yihad o «guerra santa» para derrotar al enemigo soviético y el entonces presidente Ronald Reagan recibió a los muyahidines en la Casa Blanca, llamándolos «luchadores por la libertad».

La prioridad era vencer a la URSS porque el fundamentalismo islámico no era tenido como una amenaza, y Washington optó por el silencio cuando Afganistán se sumergió en una guerra civil y los talibanes comenzaron a emerger de las montañas de Kandahar con la promesa de instaurar un «islam limpio y tradicional».

Así fue hasta aquel 11 de septiembre, cuando el mundo cambió.

Comparte este artículo

Síguenos en Google News

Sigue a Fuser en Google News

Quiero recibir las noticias