La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia entregó el cuerpo de Germán Darío Flórez Jiménez a su familia, tras permanecer 40 años desaparecido y ser hallado en una fosa común en el municipio de Dabeiba, departamento de Antioquia.
Germán Flores era un joven de 21 años que habitaba un barrio de Medellín, al norte del país, cuando desapareció en extrañas circunstancias el 14 de mayo de 1982.
Enseguida la madre de Germán, la señora María Mercedes Jiménez, realizó la denuncia ante las autoridades de entonces y lideró la búsqueda de su hijo por cuatro décadas, en las que mantuvo la esperanza de hallarlo para dar una “cristiana sepultura”.
Este viernes, con 90 años de edad, la afligida progenitora logró su cometido. La mujer llevó fotos en blanco y negro de su hijo, flores e incluso una camisa de él, que puso sobre el cofre que contiene los restos.
Identificación
La JEP encontró a Germán Flores gracias a la declaración de un exsoldado del Ejército colombiano que compareció ante el alto tribunal, formado tras los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC en 2016, para testificar sobre algunos crímenes y recibir beneficios procesales por su confesión.
El exintegrante del Batallón de Contraguerrilla 79, al que se protege su identidad por temor a represalias, reveló que en el cementerio de Las Mercedes del municipio de Dabeiba, cercano a Medellín, la fuerza ordenó enterrar en fosas comunes a varios jóvenes que fueron ejecutados extrajudicialmente.
Tras las indicaciones, entre el 6 y el 14 de noviembre de 2020, el Grupo de Apoyo Técnico Forense (Gatef) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP contrastó la información entregada por el militar e “intervino la denominada fosa común número 20” en el referido cementerio.
El equipo de Gatef realizó la exhumación e hizo el trabajo de identificación técnico-científica de los restos, confirmando que se trataba de Germán Darío Flórez Jiménez, sujeto desaparecido hace 40 años.
Necropsia
La necropsia suscribe que Flórez falleció por “traumas penetrantes por proyectil de arma de fuego, en la región toracoabdominal y en las extremidades”, determinando que se trató de una muerte violenta por homicidio con disparos al pecho y las piernas.
La JEP, además, determinó “el inicio de la práctica de desaparición forzada en el cementerio Las Mercedes desde 1982”, y que la mayoría de los cuerpos guardan relación con “hechos del conflicto armado”.
