Redacción Fuser News con información de Sputnik Mundo
Un tesoro de 140 monedas pertenecientes a la época del imperio romano fue descubierto en un bosque situado a 10 km del centro de la ciudad rusa de Tula.
El tesoro fue descubierto por arqueólogos del Museo-Reserva Campo de Kulikovo y es uno de los hallazgos más nórdicos de monedas de bronce romanas, según los expertos contaron a la agencia Sputnik.
De acuerdo con las investigaciones, todas las piezas fueron acuñadas a finales del siglo IV y principios del V.
El origen
El hallazgo se realizó en la región de Alto Oka, donde hace miles de años vivían tribus bárbaras reclutadas por el imperio romano y otras personas empleadas por los ejércitos romanos y bizantinos.
Los científicos sospechan que fueron traídas por la población local, que fue empleada por los ejércitos romanos y bizantinos.
A principios del siglo IV, los bárbaros fueron reclutados activamente para el servicio militar y se les con oro y bronce, y posiblemente los bárbaros de Oka fueron quienes guardaron las monedas para cuando regresen al Imperio.
«No se trata de un tesoro saqueado, sino de monedas que quedaron guardadas y que podían tenerlas después de viajar», explicó Alexéi Vorontsov, secretario científico del Museo-Reserva Campo de Kulikovo.
Finanzas romanas
Las pequeñas monedas pesan de uno a dos gramos, y según los expertos del Museo-Reserva Campo de Kulikovo, son el estándar de la romana y bizantina, que se acuñaban en varios millones de piezas al año.
Muchas ciudades del imperio tenían derecho a acuñar monedas, en las cuales el sitio de emisión solía figurar detrás de la imagen del gobernante.
En la Europa bárbara, las más comunes eran las monedas de plata, los denarios romanos, que se produjeron en masa entre los siglos I – III. Esta plata llegaba a los bárbaros en grandes cantidades como garante de la seguridad de las fronteras.
Pruebas históricas
Por su movilidad y duración, las monedas eran uno de los artículos más populares de la antigüedad, y pueden ser claves para que los historiadores comprendan los acontecimientos y las tendencias del pasado.
«La tecnología actual permite detectar detalles en las monedas que son invisibles para el ojo, examinar su superficie a nivel nanométrico y analizarlas con la ayuda de la inteligencia artificial», dijo el experto arqueólogo Kiril Mizgin.
«Los hallazgos de monedas pueden señalar realidades políticas y económicas que no se conservan en las fuentes escritas», explicó Mizgin.