Dos futbolistas, Marin Cacic de 23 años perteneciente al club croata NK Nehaj y Mukhaled al Raqadi de 29, integrante del equipo el Muscat FC, fallecieron el pasado jueves luego de que ambos sufrieran un infarto durante los entrenamientos.
El diario Marca informó que Cacic falleció tras haber sufrido un infarto durante un entrenamiento, ese mismo día, Mukhaled al Raqadi, corrió la misma suerte mientras calentaba para un partido con su equipo, refiere RT en su portal web.
Cacic sufrió un paro cardíaco el martes, por lo que fue trasladado a un hospital cercano, donde los médicos le indujeron un coma. Dos días después, perdió la vida. Desde la página de Facebook de aficionados del NK Nehaj se despidieron del jugador.
Al Raqadi, que este jueves se preparaba para disputar un encuentro contra el Al Suwaiq, se desplomó sobre el terreno de juego y, al cabo de pocas horas, falleció en un centro médico. En un comunicado, el club expresó sus condolencias a la familia del deportista.
Suenan las alarmas
Estos hechos hacen sonar las alarmas en el mundo del fútbol. «Cuesta entender cómo estas anomalías cardíacas les suceden a futbolistas que pasan revisiones constantes y están bien de salud», señala el medio, indicando que esperan que no vuelva a suceder algo así.
El pasado 12 de junio, el centrocampista danés Christian Eriksen, de 29 años, se desplomó sobre el césped durante un partido de la Eurocopa contra Finlandia. Posteriormente, se le colocó quirúrgicamente un desfibrilador automático implantable, dispositivo que se utiliza para estimular el corazón mediante descargas eléctricas en caso de que sea necesario.
Asimismo, Sergio ‘Kun’ Agüero, futbolista argentino del F.C. Barcelona, anunció el miércoles de la semana pasada su retirada profesional tras presentar problemas cardíacos durante un encuentro jugado frente al Alavés el 30 de octubre.