Debido a las «sanciones» impuestas por Estados Unidos (EE.UU.) y sus aliados occidentales contra Rusia como represalia por la operación militar especial en Ucrania, las empresas trasnacionales que salieron del país euroasiático perdieron 70.000 millones de dólares en los seis meses que va de conflicto.
De acuerdo a un análisis de Sputnik, las medidas ocasionaron perdidas por 54.900 millones de dólares al sector energético, el más golpeado; le siguen las empresas alimentarias y tabaqueras con 7.700 millones; informática y fabricantes de maquinaria con unos 4.900 millones, y el sector bancario, 3.700 millones.
La investigación apunta que corporaciones energéticas europeas como BP, Linde, Uniper y TotalEnergies, perdieron una fortuna cada una, mermando sus billonarios activos en medio de la suspensión del gasoducto Nord Stream 2 y la salida de otros proyectos.
Otras empresas con pérdidas desde el inicio de las sanciones son McDonald’s, con 1.200 millones de dólares; PepsiCo Inc, con 1.600 millones y Carlsberg con 1.180 millones.
"La operación especial militar en Ucrania se lleva a cabo para evitar una tercera guerra mundial" https://t.co/1Vqwjihfxf pic.twitter.com/snDXsPOFoA
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 26, 2022
Estupidez e ignorancia
El portavoz del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, señaló que los países que aplican sanciones contra Moscú solo se perjudican a sí mismos, y «al bajar el telón de acero alrededor de sus países, por su propia estupidez e ignorancia, se castigan a sí mismos», declaró.
Volodin fustigó a los países que pidieron la prohibición de entrada en la Unión Europea (UE) a los ciudadanos rusos, subrayando que las actuales restricciones harán que Europa pierda al menos 21.000 millones de euros.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev escribió en su canal de Telegram instando a los ciudadanos europeos que quieren estrechar lazos con Moscú, a protestar las acciones de sus gobiernos: “no se queden callados… Rusia puede oírlo”, publicó.
¿Un paso adelante? Visa y Mastercard suspenden operaciones en Rusia pero Putin ya había diseñado un esquema para sanciones de este estilo en 2017.
Así lo hacen en Rusia: https://t.co/umtn7GYJTv pic.twitter.com/35XoUZYOlt
— Bloomberg Línea (@BloombergLinea_) March 23, 2022
Malestar social
Un artículo de Maria Tadeo para Bloomberg, da cuenta del clima de malestar social que se cierne sobre los países que apoyaron el «castigo» contra Rusia, donde sus ciudadanos esperan el invierno entre el aumento desmedido de las facturas de energía.
En Italia, Matteo Salvini, jefe del partido de extrema derecha Liga, ha relacionado las sanciones con la crisis del costo de vida, sugiriendo que es necesaria una solución diplomática para proteger a los hogares italianos y alejándose de la postura antirrusa de Mario Draghi.
Para Alemania, la factura media de los hogares podría aumentar entre 500 y 1.000 euros este invierno, mientras que la Agencia Federal de Redes ya ha advertido a los consumidores que deben reservar dinero para hacer frente a los gastos adicionales, lo que implica que las familias pobres deban elegir entre comprar alimentos o combustible.
Russland schlägt die Inbetriebnahme von Nord Stream 2 vor. Die EU-Kommission will im Notfall Energie-Zwangsmaßnahmen verhängen. https://t.co/Nah7sWVe3H
— Berliner Zeitung (@berlinerzeitung) July 20, 2022
Los franceses optaron por limitar los precios y canalizar las pérdidas a través de Électricité de France SA, la empresa de servicios públicos que va a ser totalmente nacionalizada, medida objetada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero que se espera mantenga la calma y neutralice a la oposición encarnada por Marine Le Pen.
Asimismo, el organismo pronostica que economías pequeñas como República Checa, Eslovaquia y Hungría se enfrentan a una posible recesión de quedarse sin el suministro de gas ruso, mientras que Bulgaria, uno de los primeros en negarse a pagar en rublos, asomó que reiniciará las conversaciones con Rusia.
«Si Europa no consigue dar una solución global a sus ciudadanos que se enfrentan al estrés financiero, el impacto en el tejido social del continente será enorme», cierta el artículo.
El malestar social es una posibilidad real este invierno, una posibilidad para la que los gobiernos europeos deberían prepararse en lugar de maquillar.