Emmanuel Macron fue elegido para un segundo mandato como presidente francés este domingo con el 58,2% de los votos, según una estimación del instituto de encuestas Ipsos.
Su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, ganó el 41,8% de los votos en una elección que registró la tasa de abstención más alta del país en 50 años.
El candidato de La República en Marcha (LREM), de 44 años, obtuvo el 58,2% de votos en el balotaje, una diferencia menor que en 2017 cuando derrotó a su rival de la Agrupación Nacional (RN) con un 66,1% de votos.
Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que además se convirtió en el primero en lograr la reelección desde 2002 cuando el conservador Jacques Chirac derrotó al padre de su rival de este domingo, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
El triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata de RN, de 53 años, que abogaba por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la «prioridad nacional» en la Constitución y abandonar el mando integrado de la OTAN.
«El resultado representa en sí mismo una brillante victoria», dijo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores en su cuartel general. «Continuaré mi compromiso por Francia y los franceses (…) Libraré esta batalla», agregó.
Gritos de júbilo irrumpieron por su parte en el Campo de Marte a los pies de la torre Eiffel, donde el presidente centrista tiene previsto dirigirse a sus seguidores, cuando se hicieron públicas las primeras las estimaciones.
Pero «cuando vemos una extrema derecha por encima del 40%, habrá que seguir trabajando, unir el país, tener un proyecto político y una mayoría parlamentaria», dijo el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
Con el nombre del inquilino del Elíseo claro, la segunda economía de la Unión Europea (UE) entra ahora en la campaña de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, que en esta ocasión tiene visos de «tercera vuelta».