Tras una maratónica jornada de votaciones, el republicano Kevin McCarthy resultó elegido este sábado como presidente de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos (EE.UU.), después de convencer a un número suficiente de congresistas de ultra derecha de su partido que se negaban a apoyarlo.
Después de 15 sesiones de votación, McCarthy logró 216 votos para resultar electo líder de la Cámara Baja, poniendo fin a la incertidumbre en el ente legislativo norteamericano.
Alcanzar la presidencia de la Cámara de Representantes ameritó que el republicano convenciera a algunos de sus opositores ultraconservadores del Partido Republicano para que respaldaran su candidatura, al tiempo que hubo que hacer una serie de concesiones.
El sorprendente desbloqueo de la situación se produjo luego de que McCarthy accediese a muchas de las demandas de sus detractores, como el restablecimiento de una antigua norma de la Cámara que permitiría que un único legislador pueda convocar una votación para destituirlo.
“Mi padre siempre me decía que lo importante no es cómo empiezas, es cómo acabas”, dijo McCarthy a los republicanos que lo animaban.
“Ahora empieza el trabajo duro”, declaró el legislador californiano, quien agradeció al exmandatario Donald Trump por estar a su lado y hacer llamadas tardías para “ayudar a conseguir esos votos finales”.
La abstención de seis republicanos del ultraconservador grupo Freedom Caucus, facilitó la elección de McCarthy, al reducirse el número de votos que necesitaba para ser elegido. Su nombramiento pone fin a una extenuante semana en el Capitolio estadounidense, que arrancó el pasado martes cuando, por primera vez en cien años, el presidente de la Cámara de Representantes no fue elegido en la primera votación.
El líder de la Cámara Baja de EE.UU. es la tercera autoridad del país, tras el presidente y la vicepresidenta, quien también preside el Senado, y el segundo en la línea de sucesión.