Según informes de Reuters, el yuan superó al euro como la segunda moneda mundial en el mercado de financiación comercial, debido al aumento del endeudamiento de empresas extranjeras con bancos chinos.
Esta tendencia se atribuye a las bajas tasas de interés en los bonos ‘panda’ y ‘dim sum’ emitidos en yuanes en China continental y Hong Kong, respectivamente.
El Maybank de Malasia señaló que, aunque las inversiones internacionales en la nación asiática disminuyeron debido a inquietudes geopolíticas y económicas, la depreciación del yuan y los recortes de tasas, resultan en un costo de endeudamiento mucho más barato.
Los bonos ‘panda’ vieron un aumento del 61% a 125.500 millones de yuanes (17.540 millones de dólares) en los primeros 10 meses de 2023, mientras que los bonos ‘dim sum’ alcanzaron un récord de 343.000 millones de yuanes (47.568 millones de dólares) en los primeros ocho meses.
Para China, este incremento en el uso del yuan en el comercio global es un indicador clave de la internacionalización de su divisa.
Sin embargo, expertos como Mark Williams de Capital Economics señalan que la estrategia del país asiático para lograr la adopción global de su moneda aún enfrenta desafíos, ya que gran parte de estas transacciones en yuanes, se realizan localmente entre el continente y Hong Kong.
Williams también menciona que, aunque hubo un aumento en el uso del yuan en acuerdos bilaterales con países como Rusia, Argentina, Pakistán y Nigeria, las naciones alineadas con Estados Unidos (EE. UU.) aún muestran poca disposición para adoptarla.
Después del Foro de la Franja y las Nuevas Rutas de la Seda (BRI), Beijing acordó préstamos y aprovechó para promover la utilización de su divisa para pagarlos.
Los bancos estatales de China firmaron durante el evento una serie de contratos de créditos en yuanes con prestamistas extranjeros. Muchos de los 130 países que estuvieron presentes en el foro pertenecían al llamado «Sur Global«.
Las tensiones geopolíticas y las altas tasas de interés de Estados Unidos posibilitaron a Pekín a incrementar la aceptabilidad del yuan entre algunas naciones.