Una operación realizada por el Ejército yemení en Hajjah, al norte de ese país, permitió que las fuerzas militares leales al Gobierno de Saná recuperaran más de 50 kilómetros cuadrados de su territorio nacional.
Durante dos días los militares enfrentaron a los invasores de Arabia Saudí al noroeste de la nación, incluida las posiciones de mercenarios de la denominada “coalición militar”. Esta acción dejó a más de 80 soldados sudaneses y 15 saudíes abatidos, así como decenas de combatientes heridos y otros capturados.
Asimismo, las fuerzas yemeníes se hicieron con varios equipos militares, incluidos vehículos blindados, tanques, armas pesadas y ametralladoras, utilizadas por la coalición para derrocar al Comité Supremo Revolucionario de Yemen.
En ese sentido, Mohamad Ali al-Houthi, presidente del Comité, resaltó el lunes que sus Fuerzas Armadas están en la capacidad de asestar golpes contundentes a los enemigos, incluidos los mercenarios enviados desde Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Guerra en Yemen
Desde el 2014 Yemen sufre una guerra civil que generó una profunda crisis al paso de un año, cuando una coalición militar encabezada por Arabia Saudí emprendió una guerra contra los hutíes, de mayoría étnica y religiosa en el país.
Organismos en el mundo, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advierten que en Yemen se vive la peor catástrofe humanitaria del mundo, tras alertar que unas 19 millones de personas padecerán hambre durante el 2022.
Un informe publicado el 14 de marzo realizado por la FAO, señala que 17,4 millones de yemeníes necesitan asistencia alimentaria y 5,7 millones se enfrentan a niveles de hambruna extrema.
En el caso de que la situación continúe, tanto el Programa Mundial de Alimentos (PMA) como el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), advierten que “el hambre y la hambruna masivas avanzarán en Yemen” al sumar 1,6 millones de personas este año.
