El Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) anunció este lunes que impuso restricciones de visa a 93 funcionarios y parlamentarios nicaragüenses, dando continuidad a su política de “sanciones” contra las autoridades del país centroamericano.
Así lo informó el secretario de Estado, Antony Blinken, señalando que los “sancionados” participaron en acciones que para la administración de Joe Biden “deterioran la democracia” en Nicaragua.
Entre los señalados se cuentan “jueces, fiscales, miembros de la Asamblea Nacional y funcionarios del Ministerio del Interior», a quienes el Gobierno injerencista del presidente Joe Biden, señala de “complicidad en las condenas de líderes de la oposición nicaragüense”.
El funcionario norteamericano advirtió que este tipo de acciones contra el Estado nicaragüense se mantendrán, asegurando que continuarán promoviendo una «amplia gama de herramientas diplomáticas y económicas» contra las autoridades de la nación centroamericana.
Rechazo al injerencismo
La nueva medida aplicada contra Nicaragua se suscita pese al marcado rechazo que expresaron los Gobiernos latinoamericanos contra esta política estadounidense “máxima presión” en la Cumbre de las Américas realizada en Los Ángeles.
Esta actitud que fue calificada de “injerencista” e “ilegal” por Gobiernos como el de México, Argentina, provocó además la ausencia de varios mandatarios de América Latina y el Caribe que alzaron su voz contra la decisión de Estados Unidos de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de de esta cita continental.
Aunque no estuvo en la agenda, el tema de las “sanciones” promovidas por la Casa Blanca signó esta cumbre donde la mayoría de los asistentes solicitaron un cambio de rumbo donde se erradique esta política que la Casa Blanca promueve contra Gobiernos que se contraponen a sus intereses.
