El Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) concedió la extradición del expresidente peruano, Alejandro Toledo, acusado de recibir sobornos de la empresa Odebrecht a cambio de favorecerla en sus negocios, cuando aún era presidente.
El exmandatario (2001-2006) era investigado por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias, con relación a contratos concedidos a la referida empresa para la construcción de la Ruta Interoceánica entre Brasil y Perú.
Por estos delitos la Fiscalía del Perú pide una pena de 20 años y ocho meses de cárcel. Toledo fue detenido en 2019 en el estado de California y estuvo 8 meses en prisión por riesgo de fuga, refiere DW.
La justicia estadounidense concluyó en septiembre pasado que existían pruebas suficientes para sustentar la acusación y conceder su extradición a la nación andina, pero no lo hicieron mientras gobernaba Pedro Castillo.
Los expresidentes Alan García (2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori, también fueron vinculados al caso Lava Jato, uno de los mayores escándalos de corrupción en América Latina.
Entrega inminente
El exprocurador anticorrupción Ivan Meini dijo que la entrega de Toledo debe ser inminente, porque no existen más recursos que interponer y el procedimiento de extradición ya terminó.
«Lo que debería suceder en las próximas horas o días es que los gobiernos se pongan de acuerdo en la forma de cómo articular el regreso de Toledo a Perú», dijo.
Además, consideró que «es probable» que la Fiscalía peruana pida que el exmandatario sea enviado a prisión preventiva mientras es procesado.