Luego que el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, se convirtiera en el principal opositor del Gobierno de Lenín Moreno, comenzó a ser objeto de una brutal persecución política y judicial, acción que se evidencia con la reciente firma de la orden de extradición contra el exmandatario por parte del presidente de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador (CNJ), Iván Saquicela.
«El día de ayer he firmado ya la providencia iniciando ya el trámite de extradición, como corresponde en derecho, del ciudadano expresidente de la República del Ecuador, Rafael Vicente Correa Delgado», dijo Saquicela en una entrevista con la cadena televisiva Teleamazonas.
El proceso de persecución por parte de la justicia de Ecuador se remitirá inmediatamente a la Cancillería ecuatoriana para que informe la decisión a Bélgica, país que le otorgó recientemente asilo político al líder izquierdista.
Ante este anuncio, Correa reaccionó inmediatamente en su cuenta de la red social Twitter: «Creo que es la cuarta vez. Ojalá publiquen también la repuesta de Bélgica. ¡Payaso!», escribió el exmandatario, quien niega insistentemente los cargos y se ha declarado perseguido político.
Correa calificó a Saquicela como un “sinvergüenza que no se cansa de hacer el ridículo (…) Recuerden que él fue uno de los jueces del ‘influjo psíquico’, que me impidió ser candidato e hizo a Laso presidente. Por eso le regalaron la presidencia de la Corte”.
Cabe recordar, que un punto culminante en esta persecución fue la ilegítima sentencia y suspensión de derechos políticos del expresidente pocas horas antes de su inscripción como candidato para las elecciones del año 2021.
Asilo político
En una resolución, el comisariado general de refugiados y apátridas (CGRS) de Bélgica confirmó que otorgó a Correa el estatus de refugiado en este país, donde ya residía desde 2017 porque de él procede su esposa, Ann Malherbede.
Bélgica les requirió demostrar que existía una persecución política en Ecuador contra Correa, para lo que aportaron «documentación sobre los casos criminales en su contra con motivaciones políticas» y «destinados a impedir su carrera política», expresó el abogado belga, Christophe Marchand.
Finalmente, el defensor de Correa se declaró feliz con la resolución de este caso, ya que, aseguró, tras 25 años en la profesión sabe «lo difícil que es que Bélgica conceda asilo político».