Este miércoles, la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos (BEA, en inglés), informó que la economía se contrajo 1,6% durante el primer trimestre de este año, debido a algunos efectos no cuantificados de la pandemia Covid-19 a finales de 2021.
The U.S. economy shrank at a 1.6% annualized rate in Q1, slightly weaker than the 1.5% rate of decline estimated a month ago. https://t.co/dZQYed7p8x
— BEA News (@BEA_News) June 29, 2022
Según detalla la agencia Prensa Latina, citando al organismo, durante el periodo octubre-diciembre del año pasado, la economía de Estados Unidos (EE. UU.) tuvo un crecimiento del 6,9%.
Get details about how the U.S. economy performed in the first quarter of 2022 by reading our latest blog, https://t.co/GTbgRY50HP. pic.twitter.com/GcwOJPdO33
— BEA News (@BEA_News) June 29, 2022
Recesión en puertas
Entretanto, un estudio reciente realizado por el diario británico Financial Times y la Universidad de Chicago Booth, reveló que 7 de cada 10 economistas creen que podría ocurrir una recesión este año o el próximo ante el descenso del Producto Interno Bruto (PIB).
La encuesta se realizó a inicios de este mes, antes de la última «semana negra» en las bolsas de valores y el alza en las tasas de interés anunciada por la Reserva Federal.
Investors are on recession watch https://t.co/b9cRiGYUsK | opinion
— Financial Times (@FT) June 24, 2022
Una recesión económica trae como consecuencias principales la caída de la inversión, la disminución del consumo y las transacciones, así como cierres de empresas, recortes, pérdidas masivas de empleo e imposibilidad para pagar deudas que puede llevar a muchos a la bancarrota.
Recesión: Siete de cada 10 economistas en Estados Unidos creen que llegará este año o el próximo, según una encuesta reciente de Financial Times y la Universidad de Chicago Booth. @atareports
https://t.co/Vk4sMn1TJd— InstIndependiente (@ElIndependent) June 27, 2022
Auge ficticio
Gabriel Gasave, investigador asociado del Centro para la Prosperidad Global del Independent Institute en California, aseveró que «en algún momento, posiblemente a comienzos de 2023, estaremos frente a un proceso recesivo importante tanto en Europa como en EE. UU.».
Sobre las causas del retroceso, Gasave señala que «no será por la pandemia, sus interrupciones en las cadenas de abastecimiento, el conflicto en Ucrania, la escasez de alimentos ni el encarecimiento de la energía», sino por el fin del «auge ficticio» impulsado por la expansión monetaria.
«El ‘boom’ se terminará y sobrevendrá la depresión», vaticinó el especialista.
Por su parte, Lindsey Piegza, economista principal y directora ejecutiva de Stifel Financial, indicó que «la estrategia de subida acelerada de tipos supondrá un costo significativo para el ciudadano medio y más ampliamente para la economía de EE.UU.».
La inflación se disparó al 8,6%, su índice más alto de los últimos 40 años, debido al encarecimiento de los combustibles, el costo de las materias primas y la mano de obra, así como los desafíos en la cadena de suministro.